Vas a reformar tu cocina, te lo estás planteando, y es el momento de cumplir ese sueño de contar con una isla o con una barra para desayunos. Quizá puedas tener la dos opciones porque es frecuente que la isla se convierta en barra. Y se puede (o merece la pena) en función de hábitos y espacio. Te ayudamos a analizar las claves para que elijas bien.
Islas y barra aún en cocinas pequeñas
Aunque hay que saber qué medidas son las básicas a respetar para contar con una isla de cocina o con una barra (ahora las iremos viendo), lo primero que queremos es que te animes porque aún las cocinas pequeñas pueden contar con una, otra o ambas. De hecho, la opción de convertir la isla en una barra es muy acertada por diferentes motivos. Tendrás una isla con zona de cocción o fregado o solo como superficie extra de trabajo, un módulo que delimitará la cocina si esta se encuentra abierta al salón o al comedor y, al mismo tiempo, en poco espacio contarás con una zona de apoyo con taburetes. Este espacio será un lugar ideal para desayunos y comidas a diario pero también para compartir momentos como cuando los peques hacen los deberes mientras se termina de preparar la cena o esos amigos que disfrutan del aperitivo y de las tareas de preparación de la comida cuando os reunís.
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¿Cuándo instalar una barra de desayunos en la cocina?
Lo mejor de las barras es que ocupan poco espacio y son muy ligeras visualmente por lo que son perfectas en cocinas pequeñas pero también en una grande en la que se quiere contar con una zona de apoyo para tomar un café rápido.
Analiza tus hábitos: ¿desayunas a diario en la cocina? ¿Lo hace toda la familia o por turnos según os vais levantando? ¿Coméis en la cocina? Las respuestas te ayudarán a elegir el tipo de solución más conveniente. Piensa en cuántas personas coincidís al mismo tiempo a desayunar o comer para calcular el tamaño de la barra. En esta pequeña cocina la barra se adosa a la pared -con taburetes debajo- y se convierte también en superficie de apoyo extra cuando se trabaja en la cocina.
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Las medidas de las barras de desayuno
Una barra en la cocina se puede instalar adosada a cualquier mueble o pared. Si cuentas con una ventana es un buen lugar para colocarla ya que podrás perder la mirada en las vistas. La barra puede ser fija (lo más conveniente) o abatible (cuando el espacio así lo requiere). Si es una barra fija puede ser volada (sin patas) o con patas en los laterales (más estable). El que una barra tenga o no patas dependerá del lugar de instalación, por ejemplo, y del efecto estético que quieras conseguir.
Una barra de cocina puede quedar instalada a una altura a modo de barra de bar, para taburetes altos; o a una altura de mesa de comedor para sillas o taburetes bajos. En el primer caso la barra queda entre 90 y 100 cm del suelo -según el taburete elegido- y en el segundo a 75 cm. Bastan 40 cm de fondo para que la barra sea útil. Incluso si solo es para desayunos con 30 cm sería suficiente.
Los taburetes, clave en la altura de la barra
Puedes elegir los taburetes después de tener la barra instalada o bien hacerlo al revés. Si te has enamorado de un diseño concreto y sabes que esos van a ser los taburetes para tu cocina, entonces, conociendo su dimensión, planifca el tamaño de la barra (altura y fondo). Ten en cuenta que la distancia que debe quedar entre el asiento del taburete y la encimera es de 25-30cm. Los taburetes con respaldo son más cómodos porque recogen la espalda pero abultan más.
Barra como extensión de la cocina y elemento delimitador
Otra manera de incorporar una cómoda barra que puede ser usada a dos lados o a uno es hacerlo como extensión de la encimera de cocina, convirtiéndose también en elemento delimitador del ambiente, como ha hecho aquí el estudio Caravan Interiors. En estos casos la clave del diseño es prolongar la encimera en el mismo material y altura en una barra volada que suele estar rematada en el extremo final con una pata (bien exenta bien la prolongación en U invertida de la misma encimera).
Esta solución es muy recomendable para cocinas abiertas que comunican con otro espacio. Además, podrás colocar taburetes solo en el lado exterior o, si neceistas contar con 4 asientos, en el interior también.
¿Qué medidas debes conocer para saber si puedes instalar una isla de cocina?
Una isla de cocina es ese elemento central exento (no toca por ninguno de los lados con otro mueble o pared) de muebles de cocina bajos que puede incorporar una de las zonas de trabajo (cocción o lavado) o convertirse simplemente en espacio de almacén y superficie de apoyo. Partiendo de este concepto, muchas islas acogen barras de cocina, siendo la opción perfecta para contar entonces con isla y barra al mismo tiempo.
Para saber si puedes colocar una isla en tu cocina debes pensar que las islas con zona de fregado o cocción tienen al menos 60-70 cm de fondo y si solo son de almacenaje pueden tener 50 cm. El ancho de la isla será al menos 1 metro para que tenga sentido este elemento. Contando con ese espacio mínimo que ocupará la isla de cocina, alrededor de ella deben quedar entre 90 y 100 cm libres. Esto asegura el paso y circulación cómodamente y que se puedan abrir puertas sin dificultad.
Las islas de cocina no son solo para cocinas abiertas o cuadradas. Como ves en este proyecto, el estudio Ábaton ha optado por una isla con barra en esta cocina de planta rectangular.
¿En qué lado de la isla prolongo la barra?
Depende. Puede ser a lo largo de la isla o a lo ancho. Si la isla es rectangular, un lado será más largo que otro y te puede dar la pista según quieras una barra para dos taburetes, tres o más. Tanto si es rectangular como cuadrada también deberás tener en cuenta en qué zona la barra queda menos "metida" en una zona de paso; así como en qué lado hay más hueco entre la barra y el siguiente elemento. En este caso de la imagen, en una cocina abierta al salón comedor, la barra se ha instalado en la zona en la que había más hueco libre. Toma como referencia que necesitarás al menos 90 cm desde la barra hasta el siguiente elemento para mover con comodidad los taburetes y sentarte.
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Encimeras que se amplían y convierten en barra
En el caso de las islas de cocina, una manera de convertirlas en zona de comedor es prolonga su encimera y esto se puede hacer de diferentes formas. La primera es como ves en esta cocina, proyectada por Studio McGee, en la que los laterales de la isla también se prolongan, de manera que la isla parece más grande y los taburetes quedan integrados. Esta opción es buena para cocinas de tamaño medio o grande.
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Barra volada desde la isla de cocina. ¡Lo más ligero!
Una solución ideal cuando quieres una barra que no ocupe demasiado visualmente. Chango & Co. ha optado por prolongar la encimera de color negro sobre la isla para acoger tres taburetes. Al no tener patas ni laterales es la barra más ligera.
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Una mesa alta en 'L' y adosada a la isla de cocina
Otra de las opciones para crear una barra adosada a la isla es la que ves en esta cocina: una mesa alta con patas que "absorbe" la isla al tratarse de un diseño en L que se prolonga en uno de los laterales cortos y en el largo del módulo.
¿Qué altura puede tener una barra adosada a una isla?
Hay tres casos y tres medidas:
1. Prolongar la encimera de la isla a la misma altura. La estándar son 92 cm
2. Añadir una barra más alta que la isla de la cocina. Para ello se crea un copete o se eleva la encimera con soportes. La barra queda a 100-108 cm desde el suelo (como a 15 cm desde la encimera de la isla)
3. Que la barra sea para taburetes bajos o sillas. Aquí la barra se adosa a la isla a una altura de 75-80 cm.
¿Cocina o comedor? Con esta idea cuesta diferenciar el office o barra de cocina de un comedor convencional. El estudio Chango & Co. ha prolongado la encimera de la isla de la cocina en una mesa alta rematada en forma redondeada en el extremo. La mesa ocupa un espacio diferente al de la cocina, estanto unida a la isla, que se decora con una chimenea a modo de comedor informal pero muy acogedor.
Mesa de comedor adosada a la isla de la cocina
Si lo que quieres es una mesa de altura convencional (75 cm aproximadamente) más que una barra alta, puedes crear una solución intermedia adosada a la isla de la cocina. Sería una barra baja "pegada" a un lateral del módulo de la isla o bien una pieza más grande -cuadrada o semicircular- que simulará una mesa de comedor, como la que se ha instalado en esta cocina al lado contrario de la zona de cocción. En este caso puedes usar el mismo material que en la encimera de la cocina u otro que añada contraste.
El espacio que ocupa cada comensal en una barra
Para saber si tienes espacio para colocar dos o más taburetes, es imprescindible respetar el ancho que ocupa cada comensal sentado, es decir, el hueco que necesita para sentarse cómodamente delante del plato y del vaso y colocar los brazos. Esa medida es 60 cm como mínimo. 76 cm es el ideal. Así que divide el largo total con el que cuentas entre estas medidas para saber con acierto si puedes colocar dos o tres taburetes.
En esta cocina del estudio Ábaton, el maxi tamaño de la isla ha permitido aprovechar todo el lateral como barra con espacio para cinco taburetes.
Tanto si eliges barra como isla… ¡cuida la iluminación de la zona!
Por supuesto, es fundamental. Se trata de contar con un rincóncito confortable y cómodo para comer a diario en la cocina. Así que sea como sea tu barra, si está delante de una ventana o aprovecha un espacio desperdiciado de la planta de la cocina, piensa que deberás instalar focos o lámparas que iluminen la zona. Una de las opciones más apropiadas es la de instalar una o varias lámparas colgantes sobre la encimera, de mandera que la luz cae directa sobre la barra. La bombilla o pantalla deberá queda a la altura de os ojos o ligeramente por encima para que no moleste el haz de luz. Los apliques de pared también son una buena opción, incluso los de brazo articulado. Crearás un rincón acogedor, más que si solo cuentas con focos empotrados en el techo.
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