1. Analiza la situación
Para que el corazón de la casa funcione a pleno rendimiento, cada cierto tiempo es necesario ponerlo en forma y darle un nuevo aire, que evite el aburrimiento decorativo y se amolde a las necesidades de la estación que comienza. No es necesario empezar de cero o tirar tus muebles de siempre, sino comprobar el estado de los diferentes elementos y buscar aliados más en consonancia con las temperaturas, y las necesidades, que están por venir.
2. Desahoga el espacio
Antes de ponerte manos a la obra, es importante que te deshagas de todas aquellas cosas que tienes a la vista (o escondidas en un cajón) y que no tienen ninguna utilidad: revistas viejas, cortinas descoloridas, excedente de souvenirs… Debes eliminar (reutilizar o dar) todo lo que interfiera con el tráfico y la impresión general de la estancia. Aunque no lo creas: un salón despejado y ordenado es ya un nuevo salón. Solo tienes que mirar esta propuesta de Batavia...
3. Alíate con el papel pintado
Es una manera sencilla de alegrar una estancia sin tener que pintar. Puedes empapelar todas las paredes o destacar solo una, preferiblemente la zona de los sofás. Las posibilidades son tan variadas que se adaptan a todas las tendencias decorativas. Estilo tropical para un ambiente selvático, floral para un toque poético y femenino, geométrico para un ‘look’ retro, gráfico para un contemporáneo...
4. Ilumina correctamente
Es parte fundamental de cualquier proyecto de interiorismo que se precie, ya que puede elevar la decoración o hacer que palidezca bajo una luz mortecina. No tenemos nada en contra de los halógenos empotrados ni las lámparas de araña, pero lo que realmente crea ambiente y atrapa las miradas actualmente son las luminarias suspendidas modernas y las de sobremesa y pie originales y con estilo propio.
5. Transforma tu sofá
Ponle una funda, tapízalo, rellena los cojines y asientos… El rey de la casa necesita un trato de favor, para seguir reinando (casi) en solitario. También puedes personalizarlo y cambiar las patas, combinar telas distintas en el asiento y en el respaldo o simplemente poner una mantita atrevida en uno de sus lados.
6. Las otras piezas también suman
Aunque no lo creas, el salón es mucho más que el sofá, sin desmerecer su fuerza. Por eso, no debes subestimar el resto de piezas principales, como este aparador verde, bello por fuera y práctico por dentro, ya que ofrece una gran capacidad para guardar todo aquello que no quieres que se vea. Con líneas minimalistas, el Frame de Fantin está disponible en 40 acabados, para que puedas integrarlo bien en cualquier estilo.
7. Pon una alfombra en tu estar
Las alfombras son una de las mejores armas que tiene la decoración actual no solo para imprimir calidez y sensación de hogar sino también para delimitar zonas visualmente, proteger el pavimento o dar una pincelada de vitalidad, como ocurre con este colorido y alegre modelo de Carmine & Teal.
8. Cambia la distribución
Mover los muebles de sitio y delimitar los diferentes ambientes de la estancia te ayudará a diseñar un nuevo espacio con nuevas posibilidades. Así, en lugar de pegar tus sofás a la pared, ¿por qué no los llevas al centro, buscando un mayor movimiento? Apostar por una chimenea, como esta de Focus, también es un cambio revolucionario.
9. Crea un rincón de lectura
Si tu salón no tiene problemas de espacio, una buena idea de reactivarlo es creando áreas específicas que le den una nueva vida con más funciones, como por ejemplo un coqueto rincón de lectura junto a una ventana o en un espacio ‘muerto’. Te bastará una butaca (o una chaise longue, si buscas más comodidad) y una lámpara.
10. No olvides el techo y las paredes
Son parte importante de la estancia y pueden dar mucho juego, tanto práctico como decorativo. Decora las paredes con frisos y da vida a tus techos con molduras (ambos de Orac Decor) llenas de encanto, como en este ambiente diseñado por Erico Navazo para Casa Decor 2018.
11. Juega con los cojines
Son tus mejores herramientas para dar vida a la zona de estar, sin necesidad de cambiar el sofá. No tengas miedo en elegir modelos atrevidos o en tonos alegres, incluso en verano, porque si te cansas de ellos, los puedes renovar tantas veces quieras. Lo ideal es variar las formas, materiales y colores, según las estaciones. En invierno, apuesta por el terciopelo o la piel sintética y elige colores cálidos y profundos. En verano, mejor coloridos estampados en materiales fluidos y ligeros, como el lino o el algodón. Los de cuadros de Maracas lo dicen todo con su mensaje: ‘L’amour sauvage’.