La planta principal se prolonga en una terraza a través de una cristalera que parece aún más amplia por la doble altura acristalada que ilumina el piso superior del apartamento dúplex. Era necesario aprovechar la terraza al máximo por lo que se decoró con una zona de estar con un sofá y otra de comedor. Las vistas urbanas de la ciudad se cuelan en el interior y potencian ese ambiente de vanguardia que se buscaba.
Aunque la decoración se basa en el juego del color blanco y el negro, principalmente en superficies lisas, los textiles aportan algo de dinamismo con discretos estampados geométricos, que ceden todo el protagonismo al maxi cuadro que decora el tiro de la escalera. De esta manera se potencia la verticalidad de la zona y, al mismo tiempo, la continuidad entre los niveles.