1. Un marrón con mucho ‘charme’
Todavía es un buen momento (hace calor, dispones de más horas libres…) para pintar la casa o al menos, el salón, una de las estancias en las que pasas más tiempo y que necesita de vez en cuando un cambio de imagen. Antes de elegir el color, debes tener en cuenta las dimensiones de la estancia, la altura del techo, los brillos y acabados, los muebles y telas que tienes y, por supuesto, tus tonos preferidos y el efecto que quieres crear.
En esta propuesta de Behr, las paredes en color marrón oscuro añaden sofisticación y realzan la decoración. Para multiplicar el efecto, la carpintería de ventanas y puertas y las molduras del techo son blancas, creando un atractivo contraste.