1/10 © Barbara Aurell

1. Elemento decorativo

El arte es la pincelada más personal de la decoración, aquella capaz de mostrar la cara más auténtica e, incluso, más íntima de la casa. La cuestión es cómo hacer que luzca, sin transformar nuestro hogar en un museo: bello, pero intocable. La interiorista Barbara Aurell, del estudio Espacio en Blanco es una verdadera apasionada del arte (‘aunque no es mi verdadero trabajo’) como un elemento indispensable para vivir felices en un entorno bello. Por este motivo, en sus proyectos siempre ocupa un lugar privilegiado, acompañando al resto de elementos.

2/10 © Melanie Tanusetiawan

2. Ubicación estratégica

En ocasiones, contemplas una obra artística y tienes claro dónde ubicarla, pero en otras la cosa no funciona así. Es el momento de buscarla ese rincón especial, que parece hecho a la medida de sus dimensiones y su forma de expresión. Ábrela las puertas de las estancias y deja que 'hable'. También puedes enfatizarla colocándola en una peana, como en este salón a doble altura, diseñado por Boca do Lobo, o situando a su lado un sillón u otra pieza, que ayude a contextualizar.

3/10 © Barbara Aurell

3. Busca, encuentra y elige

Aquella obra que te diga algo. "La pintura y la poesía no han dejado de crecer juntas y, a diferencia del resto de artes, estas dos disciplinas se desprenden del lenguaje verbal y acaban propiciando emociones derivadas de la contemplación estética", señala Barbara Aurell. Eso sí, a la hora de buscar su ubicación ideal, ten en cuenta el tamaño, para que ‘respire’. Ni muy grande, para que no empequeñezca ni asfixie con su espectacularidad, ni muy pequeña, para que se pierda y apenas notemos su presencia y poder.

4/10 © Batavia

4. ¿Solo o acompañado?

Depende. En ocasiones, puede que sea un lobo solitario y no necesite nada más para brillar; mientras que en otras gana fuerza si se crea un conjunto armonioso. Lo principal es que las piezas y el espacio en el que se ubican se sientan cómodos juntos, creando un todo equilibrado y sin elementos discordantes. Como en esta propuesta de Batavia, donde la escultura se integra en el rincón de despacho, formando parte de él.

5/10 © Minotti

5. Composiciones en armonía

Juntas, las obras de arte pueden dar mucho juego y abrir un mundo de sensaciones, que difícilmente (solo las grandes obras lo consiguen) pueden ofrecer en solitario. La unión hace la fuerza, decorativamente hablando, siempre que encuentres la llave ideal y logres el equilibrio. Hay muchas composiciones posibles: por hileras, mezclando tamaños, en tríptico... Encuentra la tuya, pero si tienes dudas, haz una simulación, para ver cómo quedaría el conjunto. 

6/10 © GAN

6. A juego o por libre

El color también tiene importancia a la hora de diseñar una casa con arte. Puedes jugar con los tonos de la obra y emplearlos en las paredes o en los complementos de la habitación, logrando una sintonía visual perfecta, como en esta propuesta de GAN, o buscar el contraste, para que destaque por encima del resto de la decoración, situándose en un primer plano visual. 

7/10 © Tiptoe

7. Su sitio ideal

Visten todas las estancias de la casa, incluso las zonas de paso, especialmente los recibidores, en las que son capaces, incluso, de visibilizarlas. Antes de buscarles hueco, piensa qué cuadros o fotografías quieres colocar juntas, para verlas desde este preciso momento como un todo, una única obra. Puedes usarlas para separar ambientes dentro de un mismo espacio, el salón del comedor, por ejemplo, o para destacar una zona o una pared, la del cabecero en el dormitorio o la del estar sobre los sofás.

8/10 © Scandinavian Home

8. La iluminación

Sin duda, el proyecto lumínico es uno de los aspectos clave en la decoración de interiores, ya que logra espacios para disfrutar en los diferentes momentos del día. A la hora de iluminar correctamente una obra de arte o una composición de fotografías, evitar que haya reflejos es la primera prioridad. Como norma general, usa una luz neutra y potente, que te permita disfrutar de la pieza artística en toda su amplitud.

9/10 © Katty Schiebeck

9. Bien relacionado

Saca todo el partido a tus cuadros, fotografías y demás objetos con alma artística estableciendo una relación directa con las telas, las texturas y los materiales que los rodean. Esas relaciones lograrán imprimir sofisticación, si apuestas por terciopelos y destellos dorados, por ejemplo, o un aire bohemio si vistes la estancia con kilims o fibras vegetales. En esta propuesta del estudio de Katty Shiebeck, el 'glamour' se muestra físicamente tanto con la espectacular isla, la lámpara o la grifería como por el elegante cuadro. 

10/10 © Barbara Aurell

10. A tus pies

O, más concretamente, en el suelo que pisas. Si antes su lugar era exclusivamente la pared, ahora, baja al pavimento, mostrando una imagen más informal y atrevida, que evoca el encanto de los talleres de pintura, con sus pinceles y su aire bohemio. Necesitas, eso sí, que el resto de piezas de decoración secunde el atrevimiento, estando siempre estilísticamente en sintonía, como ocurre en este dormitorio, obra de Barbara Aurell, del estudio de interiorismo Espacio en blanco. 

Más sobre: