La cocina blanca, amplia y luminosa, apuesta por un ‘look’ campestre, lleno de encanto, que actualiza el estilo rústico, adaptándolo a los hábitos actuales. Una gran isla central con taburetes, muy práctica para desayunos y comidas informales, pero también como superficie de trabajo, se erige como protagonista del espacio. Destaca también la cocina, réplica de las que se usaban antiguamente, en la que cocinan, además del chef de la familia, Tom y los niños. Algo que conocemos gracias a las tiernas escenas haciendo galletas que publica la modelo en Instagram.