6. Con poder de adaptación
Tú debes adaptarte a ella y no al revés. Por eso, olvídate de camas altas, ya que aunque pongas el cabecero en la parte alta de la habitación, tenderás a reducir la altura. Lo ideal es colocar un somier sin patas o con patas cortas, que eviten que te des al incorporarte. Si quieres dotarla de un plus de encanto, instala un dosel. Puedes comprarlo ya hecho o practicar el DIY, como en esta propuesta de Ikea, para la que basta con fijar un cable de la pared al techo, un poco más ancho que la cama, y colgar de él, la tela que te guste.