1. El corazón exterior de la casa
Prolongan el interior, creando una estancia independiente o una vinculada por varios lazos a la vivienda, sin perder nunca de vista su conexión directa con el jardín. Protegida por las propias condiciones de la construcción, para que puedas disfrutar plenamente de él, el porche ideal debe ser abierto (al menos por alguno de sus lados), funcional, con capacidad de transformación para adaptarlo a diferentes situaciones, y cómodo, para que ni te plantees comer dentro de casa. Esta propuesta de The Room Studio, con una pérgola de hierro con cáñamo natural, aprovecha, además, las plantas que la rodean para crear un verdadero oasis al aire libre.