Las palabras de la diseñadora Coco Chanel, “una mujer debe ser dos cosas: elegante y fabulosa” parecen trasladarse a este espacio a través de una decoración que abusa del blanco y negro y en la que se incluyen piezas de arte y muebles exquisitos, con toques en dorado.
El salón principal es un espacio abierto gracias a la sensación que aportan los ventanales acristalados de suelo a techo y a la ausencia de techo que lo limite, ya que esta zona cuenta con doble altura. Los asientos (un sofá con chaise longue en tono curdo y dos butacas de tapizado estampado) se orientan hacia un módulo central lacado en color negro brillante que acoge una chimenea y los audiovisuales y que delimita el espacio. Detrás, hay otra zona de estar de dimensiones más reducidas. Todo aquí se decora en blanco y negro con la llamativa pincelada en color naranja que aportan los cojines.