Tras una rehabilitación llevada a cabo por el estudio de diseño interior Chango & Co, esta casa es perfecta para la vida de una familia. La diseñadora Susana Simonpietri proyectó la decoración en un estilo actual que abusa de los tonos neutros.
Una casa familiar con piscina y un estilo actualizado
Fairfield County, en Connecticut, es un lugar de residencia para familias que trabajan en Nueva York y van y vienen a diario. Es un espacio residencial alejado del ajetreo urbano pero con la gran ciudad cerca. Susana Simonpietri, del estudio Chango & Go, fue la encargada de dar forma a esta casa familiar que representa todo lo que sus propietarios (una familia de cinco miembros) querían: una casa confortable también para los niños.
En la decoración, el estudio de diseño interior quiso poner el acento en un estilo fresco y relajado. El proyecto en este sentido también comenzaba desde cero, con mobiliario nuevo. Los tonos suaves y neutros son la base en todos los ambientes, que se personalizan con sutiles toques de color en función de la estancia.
Precisamente al contar la pareja con tres niños, se buscaron telas duraderas, que pudieran limpiarse a fondo, y muebles en madera que resistieran bien el desgaste. Este es un detalle de la sala de estar decorada en tonos neutros, solo con algo más de intensidad en el tono topo de la pared, salpicada de mini cuadros. Es un espacio separado del salón principal (a continuación verás que este se sitúa junto a la cocina). El sofá está custodiado por dos mesas auxiliares y la zona de asientos se completa con un par de butacas de cuero trenzado y un taburete a modo de mesa de apoyo entre ambas. Toda la casa ha sido diseñada pensando en que en ella vivirían niños y debía ser un espacio amigable para ellos; aunque sin renunciar al estilo actual deseado.
En el comedor principal se combina estética y comodidad con sillas de cuero gris confortables, que aseguran largas veladas alrededor de la mesa, un diseño realizado en madera recuperada. En la pared, una serie de grabados. Las paredes están decoradas con un zócalo con molduras blanco en la parte inferior y papel efecto textil en la superior. Una gran alfombra delimita el espacio.
La zona de día es un espacio compartido y abierto. La cocina cuenta con muebles y una isla con barra y también un comedor informal a modo de office. Todo este espacio comunica con el salón que, a su vez, se amplía en un cómodo porche exterior cubierto, organizado en dos ambientes, y que se abre al jardín con piscina.
Así se abre el salón al exterior. Todo se decora en blancos luminosos. Al retirar las cortinas -también en color blanco- la ventana parece desaparecer y simplemente se consigue llevar la vida al exterior a un porche techado con un sistema de vigas solo y sombra y organizado con zona de estar y comedor exterior. Más allá, el jardín es un espacio en el que jugar o relajarse y también darse un chapuzón en la piscina.
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Muebles de líneas rectas decoran el porche, que se delimita tanto por el techado como por el pavimento tipo cemento del suelo. La iluminación de este ambiente se soluciona con tres lámparas colgantes con pantallas de fibra. A continuación las paredes que delimitan la casa están forradas con plantas. Alrededor de la piscina, que cuenta con tres mini cascadas, las baldosas intercaladas en el césped evitan que esta zona se encharque.
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Prácticamente sin límites, como se ve en esta imagen. La transición entre el salón interior y el exterior es disimulada. En ambos espacios se ha instalado un televisor. Además, la zona de estar del porche cuenta con una chimenea que permite prolongar en uso el porche. En el salón, un mueble en la trasera del sofá marca aún más el espacio de este ambiente. En la pared principal, una composición a medida con baldas abiertas.
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El sofá es un modelo extra grande en forma de L, tapizado en lino en color blanco. Dadas las generosas dimensiones del ambiente, se han colocado dos mesas de centro. Las dos originales butacas ponen una discreta nota de color e introducen las líneas curvas en el espacio, a juego con las patas de las mesas centrales. En la pared, destacan tres láminas enmarcadas con texto. Todo resulta sencillo y actual en el salón.
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La cocina es un espacio de diseño rústico, que se rompe con los taburetes elegidos por Simonpietri alrededor de la isla. Este gran espacio está lleno de matices y contrastes: desde la zona de trabajo con muebles en forma de U, ubicados en el espacio más alejado del salón, hasta la maxi isla con taburetes, más contemporánea con toques en color negro, y el office o comedor de diario de tendencia rústica actualizada.
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Aquí se aprecia un detalle de la cocina, concretamente de la zona de la isla. Esta destaca por su ubicación central y el color negro que predomina frente al suave grs de los muebles. Cuenta con una encimera en mármol y lámparas colgantes sobre ella. Los taburetes ponen una nota de sofisticación por su original diseño en blanco, negro y madera. En la pared, muebles de almacenaje de techo a suelo.
Esta es una toma del coqueto comedor de diario, ubicado junto al ventanal acristalado por el que, además, se accede al jardín. La mesa de comedor redonda es de madera con el sobre de cristal. La madera es protagonista y está presente en el suelo, en el mobiliario y en las lámparas que cuelgan del techo.
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Este es el aseo de cortesía, decorado en estilo rústico pero actualizado a través del uso del color negro. Este contrasta con el blanco de los sanitarios y la madera suave del suelo. En la pared, un zócalo con molduras y papel pintado. El gran espejo sobre el lavabo concede amplitud.
Para decorar el dormitorio principal se eligieron tonos crema y se crea una atmósfera muy relajante y sosegada con una paleta sencilla. La estructura de la cama es una pieza a medida tapizada en lino. Una cuna de cuerda de algodón de Anthropologie se utiliza como banco a los pies de la cama. En el suelo, una gran alfombra hace confortable la pisada.
En el baño principal, el blanco es el protagonista de nuevo, en línea con la atmósfera creada en el dormitorio. Se ha concebido como una espacio que debía resultar confortable más allá de la apariencia convencional de los baños, de ahí la elección de las cortinas en el ventanal, en una barra en color negro; la lámpara de techo y la alfombra del suelo.
Las habitaciones de los niños usan el color para lograr un ambiente juvenil, alegre y desenfadado. El dormitorio de la pequeña de la casa, una niña de seis años, usa el rosa como hilo conductor de la decoración con papel pintado estampado con piñas y complementos coordinados. Destaca el dosel amarillo de la cama. En lugar de mesitas de noche se ha ganado espacio de almacén con dos cómodas bajas. La zona de estudio se ubica junto a la ventana para que reciba luz natural.
Esta otra habitación infantil se decora con papel pintado con motivos de vehículos. De nuevo el color es el encargado de personalizar. La cama se ubica debajo de la ventana y una estantería baja abierta ofrece el espacio de almacén para juegos y juguetes. No fue necesario colocar demasiados muebles de almacenaje ya que la casa cuenta con un cuarto de juegos destinados a ello. Una mirada al techo: la lámpara es un globo blanco "atrapado" en una red anaranjada.
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El cuarto de juegos de la planta superior también es un universo de color. Este ambiente se ha decorado con la practicidad como baza principal, adaptando la elección del mobiliario precisamente al uso de los más pequeños y a las necesidades de almacenar juegos y juguetes. “Aquí se puede mezclar y combinar de manera creativa e invertir en otra parte de la casa donde la calidad es más importante", comenta el estudio. El banco cuenta con varios cajones y una colchoneta mullida con cojines. Junto a este, un sillón colgante y en el centro una mesa talla XS con sillas para pintar y jugar.
Conectada con la sala de juegos del ático, se encuentra la habitación de invitados. Los estampados geométricos marcan el tono de la decoración. El papel pintado de la pared en la que se apoya la cama marca el sentido. Sobre los motivos de este frente y de la alfombra gráfica, la cama se viste con textiles lisos en tonalidades de gris.