Los propietarios, una familia con orígenes rusos, buscaban un hogar cómodo para vivir, elegante, al mismo tiempo, y con alguna pincelada ‘deco’ que hiciera referencia a sus raíces. El estudio ruso N & G Ananiev Interiors, en colaboración con el espacio multimarca Covet House, fue el encargado de materializar esos deseos, ya que su personalidad y forma de trabajar eran perfectos para el proyecto: dominan una amplia gama de estilos, desde art decó hasta mediados de siglo, pero siempre a su manera, siguiendo la lógica del espacio y los deseos del cliente. Y este piso en Nueva York es una buena muestra de su trabajo y de la capacidad transformadora de un interiorismo con carácter.