Un helado es un capricho y una delicia cremosa y refrescante y ahora más que en ningún momento del año, con el calor, apetece a todas horas. Si su sabor es delicioso, ¿por qué no empezar a desearlo solo por la vista? Te contamos cómo presentarlo, a través de diferentes accesorios, para triunfar y otros trucos fresquitos que te encantarán.
¿Sabor tradicional o innovación?
Hay quien prefiere los helados de sabores tradicionales (fresa, vainilla, chocolate, leche merengada) y otros que se atreven con los más innovadores. Los hay incluso en la versión dulce y fría de platos salados. Para gustos, en esta ocasión, los sabores (no los colores). Los helados deben servirse siempre a una temperatura adecuada para que estén cremosos y se pueda meter la cuchara. Para conseguir ese efecto, lo ideal es sacar del congelador el helado y ponerlo en el frigorífico antes de servirlo. Puedes calcular que por cada kilo de helado deberá permanecer 3 minutos en la nevera.