1. Potencia la luz
Si la luz no va a ti, ve tú hacia ella. Juega con las tonalidades claras y los colores suaves, que reflejen y expandan los rayos solares. No te olvides de los espejos, ya que, colocados estratégicamente, harán que se reparta por todos los rincones, ganando en luminosidad y metros cuadrados. Eso sí, ten cuidado con la artificial, recuerda que es un arma de doble filo y que el exceso de lámparas saturar puede hacer que tu salón se vea plano. Combina tres tipos, que incluyan modelos de techo, pie y sobremesa, para que crees el ambiente propicio en cada situación. Alfombra de Lorena Canals.