El proyecto de iluminación fue uno de los aspectos clave de este proyecto de Paul Robinson. La luz general se complementa, y embellece, gracias a las distintas lámparas puntuales, de Eichholtz, que ayudan no solo a mejorar el color y la intensidad de la luz en cada espacio, creando diferentes atmósferas según el ambiente, sino también a decorar con su sola presencia, como ocurre con estos dos esculturales modelos de sobremesa.