Un idílico refugio griego conectado con el mar a través de una piscina infinita

Situada en Antiparos, una pequeña isla griega en el centro del archipiélago de las Cícladas, que comparte con sus hermanas más famosas, como Santorini, Mykonos o Folegandros, las edificaciones encaladas, el paisaje agreste, la luz especial y, por supuesto, el azul del mar, esta casa se sumerge en el paisaje y se pierde en el horizonte. Por algo, sus creadores, VOIS Architects, la llamaron H_orizon. Un nombre simbólico que hace referencia a dos elementos básicos del diseño: la ‘H’ por la configuración del edificio que se asemeja a la forma de esa letra, donde los volúmenes principales se expanden, y ‘Orizon’, por el objetivo del diseño y la necesidad de la vivienda de permanecer en conexión continua con el horizonte.

Las 'infinity pools' son tendencia desde hace unos años (en Londres se inaugurará una en lo alto de un rascacielos y con vistas de 360º, debido a su diseño inspirador, que evoca paraísos, como el de esta isla griega. Esta piscina infinita con su agua desbordante, desde la que parece que te puedes lanzar al mar Egeo, se ha diseñado como una continuación de la casa, una parte tan importante como el resto de la construcción. Un lugar especial y mágico, donde darte un chapuzón y recargar las pilas, tal y como están haciendo ahora Cristiano Ronaldo y Georgina, de vacaciones en Grecia.

La casa emerge del paisaje y evoluciona linealmente como una extensión de la misma. En una sola planta y de color blanco, como establece la arquitectura del lugar y ‘mandan’ las temperaturas, especialmente de finales de julio, esta vivienda permite que la vegetación llegue a la puerta y apuesta por un jardín ‘salvaje’ y autóctono, con especies y arbustos de la zona, para que nada entorpezca su unión con el entorno.

La vivienda se abre a la luz y al paisaje gracias a los grandes ventanales de panoramah!, que proporcionan la máxima transparencia y un excelente rendimiento, y que, al ser correderos, hacen que desaparezca cualquier barrera visual. La entrada lleva al visitante hacia el salón. Para permitir las vistas despejadas, el área de estar se ha diseñado en un nivel inferior, empotrado en el suelo, al que se accede mediante una pequeña escalera de obra. El interiorismo mantiene la misma línea que la arquitectura con un mobiliario funcional y sencillo, en el que destacan los sofás, las mesitas auxiliares y las estanterías de obra, hechas a medida.

Los ventanales de panoramah!, capaces de soportar vidrios dobles y triples de hasta 60 mm de espesor, actúan como tabiques de cristal, independizando el interior del exterior y ayudando a mejorar las condiciones del espacio, con su aislamiento térmico y acústico. La decoración, casi monacal, encuentra en los muebles de obra y las superficies de cemento pulido dos de sus mejores aliados. 

A través del vacío, creado entre los dos volúmenes principales de la vivienda, en los que se ubica el salón, el comedor y los espacios exteriores, el estudio de arquitectos VOIS ha creado un marco que captura la energía y las imágenes alternas del horizonte marino. Este elemento permanece como un punto focal de la vivienda que se concentra en la actividad familiar diaria y los movimientos del escenario natural. Al mismo tiempo, es el punto desde el cual los puntos de vista comienzan y se extienden. 

El comedor, con vistas a la piscina y al mar, mantiene el minimalismo decorativo del resto de la vivienda con una gran mesa de madera con asiento para 10 comensales. Las sillas de fibra ponen la nota más cálida al conjunto. Llaman la atención las dos grandes ‘jardineras’ con plantas y arbustos, situadas a los lados.

La cocina de esta casa de Antiparos incorpora un práctico comedor de diario, con mesa de madera y sillas negras, a juego con el mobiliario. Los armarios superiores se han sustituido por baldas abiertas de obra, en sintonía con el espíritu de esta casa en concreto, pero también de las viviendas de la zona, al igual que ocurre con la placa combinada de gas y vitrocerámica. Distribuida en un solo frente, que alberga la zona de aguas, fuego y almacenaje, es suficiente amplia para moverse cómodamente por ella. 

Las habitaciones y el resto de áreas privadas están situadas de manera equilibrada a cada lado del eje principal de esta vivienda, diseñada por VOIS Architects. Los dormitorios, totalmente pintados de blanco, tienen salida directa al exterior, lo que multiplica tanto los metros como la luz natural. Para hacerlos más cálidos, los pavimentos de cemento se han sustituido por suelos de madera y la ropa de cama es la encargada de dar una pincelada de color. El ventilador de techo, además de un detalle encantador, es una declaración de principios, respecto a la eficiencia y el cuidado del medio ambiente.

La modernidad y la sencillez se apoderan de los cuartos de baño de este refugio griego, con un lavamanos doble, perfecto para compartir, y una gran balda inferior, ideal para guardar las toallas y los productos de higiene y maquillaje. La grifería negra de Dornbracht y la madera del suelo y la puerta dotan de carácter y calidez a la estancia.

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