3. Enfúndalo
Por supuesto, cambiar las fundas es más caro que renovar los cojines, pero además de actualizar su ‘look’, protegerás el sofá de manchas y de un roce excesivo. Sin olvidar que, durante el verano, es una buena opción en sofás de cuero, por ejemplo, ya que conseguirás que den menos calor y no te pegarás en ellos. Las encuentras hechas, una solución más arriesgada, aunque más económica, y a medida, que se adaptan a la estructura como un guante, para que luzcan su mejor versión.