Tanto si se trata de un hogar habitual como de una segunda residencia, una casa de campo es un lugar especial que tiene sus propios códigos de decoración. Eso no quiere decir que no podamos salir del estilo rústico, pero si no queremos romper la armonía del entorno es aconsejable seguir algunos consejos a la hora de ponerte manos a la obra con el interiorismo. Los colores cálidos, la luz, la naturaleza… deben mantenerse presentes. En este ejemplo, puedes ver cómo se ha mantenido el aire clásico gracias a los muebles o los butacones, que tienen su justo punto de tendencia gracias al desgastado y el color. Aprovecha vigas de madera a la vista y paredes de piedra, y opta por suelos con efectos naturales.