1. Dejarte llevar por la emoción
Y no pensar qué es lo que quieres y necesitas. Antes de comprar ningún mueble y elegir accesorios y plantas, piensa qué usos vas a dar tu terraza. Aunque la mayoría de las cosas tiene solución, lo cierto es que si te adelantas al ‘desastre’ será más sencillo el proceso. Recuerda, que sea del tamaño que sea, lo ideal es no recargarla de piezas, para que respire y sea un espacio agradable, ‘libre’ y acogedor. También está claro que no es lo mismo una de pocos metros que una de tamaño XL. En el primer caso, tendrás que recurrir al ingenio, a muebles plegables y ligeros y crear una única zona, o dos como mucho; mientras que en las grandes, aunque el mobiliario debe ser versátil y adaptarse al espacio, su distribución es más sencilla, ya que facilita la creación de diferentes ambientes, incluso uno de almacenaje.