El buen tiempo inaugura la temporada de piscinas. En Madrid, por ejemplo, el 15 de mayo abrieron gran parte de las municipales. Pero, como todavía no hemos activado el ‘modo verano’, estamos a tiempo de disponer de una nueva, renovar la que ya tenemos o ponerla a punto, para disfrutar de nuestro primer chapuzón del año.
1. Integrada en el entorno
Desbordantes, tipo alberca, de arena, naturales… Sea cual sea tu piscina soñada, siempre que evites las formas curvas (son cosa del pasado), lo importante es que forme parte del entorno, tanto si está en un jardín como en una terraza o una azotea, en una vivienda moderna o en una de campo. No debes verla como un elemento únicamente veraniego. El estudio de interiorismo Mimouca Barcelona al tratarse de una casa de campo del Ampurdán, optó por una ‘rústica’, integrada en el paisaje, gracias al uso de materiales como la piedra.
2. La ubicación ideal
Para que puedas disfrutarla el máximo tiempo posible, colócala siempre en una zona soleada y protegida del viento. Los setos ofrecen una buena protección, mientras que los árboles dan buena sombra en las horas más calurosas. Eso sí, para no tener que pasar el limpiafondos a menudo, procura que sean especies que no suelten muchas hojas. “Lo ideal es ubicarla junto a una toma eléctrica y un desagüe. Y nunca cerca de conexiones subterráneas ni debajo de tendidos eléctricos”, aconsejan desde Tu&Co. En esta, proyectada por VOIS Architects, querrás bañarte las 24 horas.
3. ¿Y los revestimientos?
El revestimiento perfecto debe ser bonito estéticamente, ya que causa la primera impresión, fácil de mantener y que selle bien. Los azulejos y los mosaicos son los más usados por sus muchas cualidades técnicas, también puedes instalar madera (rápida de instalar, precisa mantenimiento); pinturas especiales; arena (una opción muy playera que solo puedes emplear en piscinas tipo malla, no de hormigón); PVC o acero (uno de los más recientes en incorporarse al jardín). Los tonos grises y las mezclas de mosaico son lo último en el diseño de piscinas, como esta piscina de Hisbalit, premiada en los UK Pool & Spa Awards 2018, donde destaca su simetría y el color del agua.
4. El pavimento también importa
Es otro aspecto clave, ya que no solo debe ser bonito y estar en consonancia con el estilo de la piscina sino, además, ser antideslizante, soportar los rigores de vivir a la intemperie, con horas de sol y de sombra y mucha agua, y tener una pisada agradable, que te permita ir descalza sin resbalones ni sustos. Las piedras naturales, el barro cocido o el gres son buenas opciones. En la imagen, un parquet de Accoya de Listone Giordano. Fabricado con materias primas de bosques con gestión sostenible, su perfil ligeramente abombado favorece la evacuación del agua, hace que sea menos resbaladizo y favorece una sensación al pisarlo más confortable. Además, incluye un tratamiento que le otorga más resistencia y durabilidad, sin perder su aspecto natural.
5. El mobiliario más idóneo
La zona de la piscina tiene que tener todo para ser tu lugar preferido en cualquier momento del día (y de la noche). Puedes equiparla con tumbonas o hamacas y convertirla en solárium, montar cerca el comedor de exterior, para que el agua te proporcione una mayor dosis de frescura, diseñar un estar, que te permita ir del sofá al agua de un paso… Incluso, establecer distintos ambientes, siempre que las dimensiones del jardín te lo permitan. Un consejo: procura tener siempre una sombrilla cerca.
6. Bien iluminada
Incluso aunque no tengas por costumbre bañarte de noche, toda piscina de revista debe contar con una iluminación, que diseñe una atmósfera idílica tanto para una fiesta con amigos, una cena romántica o una reunión familiar, que se ha alargado hasta altas horas. Aunque no existe una norma a la hora de ubicar los focos, lo habitual es situarlos a la mitad de altura del vaso y siempre en un mismo lateral. En piscinas de diseño varía en función del efecto que quieras conseguir. La chimenea de exterior de Focus también te ayudará a dar ambiente.
7. ¿De quita y pon?
“La elección del material dependerá, en mayor medida, de si tienes pensado mantener la piscina montada todo el año o solo durante los meses de verano. Por ejemplo, las de madera o acero gozan de una larga durabilidad, gracias a la resistencia que presentan estos materiales; mientras que las tubulares también son robustas pero tienen el riesgo de sufrir un pinchazo, ya que están fabricadas con plástico y no están recubiertas de materiales tan resistentes”, señalan desde Tu&Co. Además, recuerda que siempre te quedarán los modelos hinchables…
8. Puesta a punto
Si cuando llega el buen tiempo, solo necesitas ponerla en forma, lo primero que tienes que hacer, tras quitar la cubierta, es comprobar el estado del agua, para ver si está en el nivel adecuado (un factor muy importante, especialmente en las de poliéster) y se ha mantenido limpia. No olvides revisar el correcto funcionamiento de los sumideros y los filtros. Si no has realizado el ‘invernaje’, tendrás que vaciarla y limpiarla en profundidad, antes de llenarla.
9. Mantenimiento
Recuerda que tan importante es usar agua de buena calidad como mantenerla a lo largo del paso de los días. Existen diferentes métodos que te ayudarán, "como cloradores salinos (cuidado si tienes niños), depuradoras de arena, aptas para todo tipo de piscinas, o de cartucho, más económicas, pero con una menor calidad de filtración", recomiendadn desde Tu&Co.
10. ¿La cubro o no la cubro?
Las cubiertas de piscina son siempre una buena opción en cualquier época del año, ya que harán que ganes en seguridad, especialmente si tienes niños o mascotas, reducen las pérdidas por evaporación hasta en un 65%, proporcionan una mayor limpieza del agua y elevan su temperatura, para que no 'sufras' ninguna impresión al zambullirte en ella. Esta ultra telescópica pertenece a la colección Esenciales de Abrisud.
11. Otro detalle a tener en cuenta: que tenga rejilla
Especialmente indicada para piscinas rebosantes, este tipo de rejillas facilitan la evacuaciuón del agua, mejoran su higiene porque el agua se renueva constantemente y crean un entorno relajante por el suave sonido del agua en un flujo continuo que, contribuye, además, a amortiguar el choque del agua contra las paredes de la piscina. En laimagen, una rejilla de una sola pieza perteneciente a la colección 'Arttek' de Venatto.