La madera (uno de los mejores amigos del estilo nórdico) se apropia de la cocina, vistiendo el mobiliario y el suelo, aunque, sin dudas, la protagonista absoluta es la isla, que, además de contar con sitio de almacenaje, alberga una zona de comedor de diario para seis comensales. Llama la atención que, salvo la vinoteca, la cafetera y el microondas, todos los electrodomésticos son integrables o escamoteables, lo que contribuye a mantener ese toque sencillo, que no simple de esta tendencia decorativa. Para iluminarla bien, se han dispuesto tres lámparas colgantes, con aire industrial.