Cualquier lugar puede ser un espacio de creación
Este escritorio con aires vintage tiene unas dimensiones muy reducidas, y a la vez aporta unas formas y un acabado realmente cautivador. Está inspirado en el tipo de muebles nórdicos de los años cincuenta. Al ser de madera, su textura y apariencia resulta única, y al abrir el escritorio descubrimos varios compartimentos de almacenaje donde guardar pinturas, pegamentos y cuadernos. Esta tapa resulta muy útil desde un punto de vista práctico, más allá del almacenaje, porque obliga al niño a no mantener la superficie del escritorio llena de cosas de forma permanente. Como es una tapa que necesita ser abierta para buscar cosas, en la percepción de tus hijos se generará la costumbre de tener encima del escritorio solo lo justo y necesario.
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