Cada vez es más frecuente “sacar” la lavadora de la cocina y llevarla al cuarto de baño, una habitación de lavado y plancha o instalarla (camuflada) en un armario. Te damos las soluciones para que te animes con el cambio.
¡Lavadora, al armario!
No se trata de que la castiguemos, es que sacar este electrodoméstico de la cocina es una tendencia frecuente. Se gana espacio en la cocina y además se puede crear una solución práctica y funcional como zona de lavado. Y no hace falta disponer de una habitación específica, basta con destinar un armario de fondo algo más de 60 cm. Mínimo ha de tener 70 cm de ancho (una lavadora mide 60 cm de fondo x 60 cm de ancho, centímetro arriba-abajo), aunque lo ideal es que si ganas un hueco junto a la lavadora organices allí la tabla de la plancha o el tendedero. Sobre la lavadora, instala baldas en las que dejar el detergente, la ropa pendiente de plancha y otros artículos relacionados con la colada, como se ha hecho en este proyecto de armario con puerta corredera con espejo de Schmidt.