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Nunca una decisión tuvo tanto vaivén. ¿Qué prefieres para los ratos de relax en el jardín: sillón colgante o balancín? Dos muebles de exterior de capricho que no te pueden faltar. ¡Te costará elegir!

 

Cuestión de espacio

Parece que siempre estamos pensando en los metros de un ambiente pero es que el tamaño de tu jardín, porche o terraza, donde quieres colocar el balancín o columpio, influye en la decisión. El balancín siempre es más grande por lo que te obliga a tener más espacio. El columpio o sillón colgante, lo bueno que tiene, es que es para una persona -el balancín es para dos o más, según modelos- y, aunque ocupa, te obliga a dedicarle menos metros. Y una anotación más: ambos muebles son solo para mecerse, nada de columpiarse porque entonces se podría producir un accidente. 

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¿Cuántas personas usarán el balancín?

Si tienes claro que te ves disfrutando de una puesta de sol con un libro entre las manos en el balancín con los pies de alguien sobre tus piernas es que sabes que el balancín es tu opción. En definitiva, si crees que alguien más de la familia querrá mecerse y balancearse, entonces debes escoger un balancín (que llega a tener 4 plazas) porque en él hay espacio para al menos dos o tres personas sentadas y un par recostadas. El columpio es individual pero es verdad que suele tener una estructura bastante amplia que te permite, si bien no recostarte, sí subir las piernas.

 

En este fantástico porche se han sustituido los sofás por balancines anclados a las vigas del techo. La casa, con interiorismo de Studio Lifestyle, se encuentra en el sur de California, en The Madison Club en La Quinta, muy cerca de Coachella. 

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El material de la estructura

En el caso de los balancines, las estructuras pueden ser de madera, metal o resina. Cada material requiere un mantenimiento diferente, sin duda, la madera será el que más trabajo te dé, ya que deberás lijar y cuidar la madera con aceites o lasures cada temporada. En cuanto a los columpios, la mayoría son de resina o material plástico trenzado que imita la fibra. Se limpian fácilmente y son muy duraderos.

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¡Protégete del sol!

La mayoría de los modelos de balancines incorporan un techado o toldo que te protege del sol mientras te meces. Igual ocurre con algunos columpios, que la estructura “cierra” por la parte superior (aunque no estarás tan protegido si la estructura es demasiado calada). Pero todo depende de los modelos porque hay excepciones y encontrarás balancines que son solo un banco y no protegen del sol o columpios que tienen forma de asiento con base y respaldo.

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El toldo de los balancines

Si te decantas finalmente por un balancín con toldo, debes prestar atención al tipo de tela que incorpora ya que las hay con diferentes grados de protección antes los rayos UVA. Los toldos suelen ser de textileno (un material textil  apto para exterior) y poliéster, ambos resistentes al agua. El gramaje de la tela (indicado en gramos por metros cuadrado) determina el grado de impermeabilidad.

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El diseño del columpio o balancín

Hay variedad de modelos para elegir.  En cuanto a los columpios o sillones colgantes, no solo en color sino también en forma. Los hay más cerrados y otros abiertos. Lo positivo de que tengan una estructura calada es que dejan que haya corriente, algo que agradecerás en los días más  calurosos. En cuanto a los balancines sí que podrás escoger en estilo, desde los más tradicionales en madera, fibra o forja hasta los actuales en aluminio.

 

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Los cojines de exterior

Es fundamental que tanto si te decantas por un columpio como por un balancín tengas en cuenta que los cojines harán más confortable tu rato meciéndote en el jardín. La forma de los cojines de cada mueble de exterior varía en función de la forma. Pero lo más importante es que tengas en cuenta que los tejidos sean adecuados para exterior y,  en caso de que se trata de lonetas de  algodón, que se puedan lavar en la lavadora. Ten en cuenta que la calidad y las propiedades de la tela difieren de un balancín y columpio a otro, así como el grosor y densidad de los cojines.  

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8/11 © Garden Trading

La instalación de los columpios

En el caso de los columpios hay dos tipos: los que se presentan con una estructura que soporta el asiento y los que se cuelgan (sin base ni pie). Los primeros los puedes colocar donde quieras, preferiblemente en una superficie llana y estable. No hace falta fijarlos al suelo ya que el  pie es bastante estable. También puedes adquirir el sillón colgante y una estructura por separado. En el caso de que se trate de un columpio para colgar, debes hacerlo debidamente con los tacos adecuados, fijándote en el peso que soportan. En este sentido, siempre debes prestar atención a la indicación del fabricante en lo relativo al peso que soportan los muebles.  

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9/11 © La Redoute Interieurs

La instalación de los balancines

Los balancines siempre llevan una estructura a la que van fijados por lo que será esta la que deberás instalar en el suelo. Es recomendable hacerlo para evitar sustos. Así el balancín quedará perfectamente fijado al suelo y no se  moverá por el balanceo. También hay balancines a modo de banco que llevan cuerdas o cadenas a cada lado para fijarlas a una superficie elevada. En alguna ocasión verás este tipo de balancín colgado de una rama de un árbol. Es una buena opción siempre que te asegures de que la rama es lo suficientemente gruesa y que el árbol está en buen estado para que no se parta con el peso. Es preferible instalar el balancín en el techo de una terraza o porche con tacos adecuados en sujeción.

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A medio camino entre sillón colgante y hamaca

Es otro tipo de columpio que encontrarás en algunas firmas de mobiliario de exterior. Se trata de una hamaca individual que te permite estar recostado o tumbado y mecerte como en el sillón colgante o balancín. Ocupa algo más de espacio que un columpio ya que el asiento es más largo.

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Los precios de balancines y columpios

Como en todo, el precio por el que puedes llevarte a casa un columpio o balancín depende de marcas, materiales y diseños, pero para que te hagas una idea, encontrarás  balancines de cuidado diseño con estructura en acero, toldo y tres plazas a partir de 300€; 200€ si es de aluminio y con un diseño más tradicional y columpios o sillones colgantes desde 250€ más el pie (generalmente metálico), que tiene un precio de 100€ aproximadamente. 

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