Aunque cualquier tipo de piscina nos va a garantizar horas y horas de juegos y de relax, lo cierto es que la arquitectura ha jugado un papel fundamental para actualizar las piscinas y convertirlas en algo más que una pileta con agua: en una fuente de naturaleza, relax y equilibrio estético.
Juega con la línea del horizonte
Una tendencia muy de moda es tratar de eliminar la línea de separación entre el bordillo de la piscina y el final de esta. De tal manera que la piscina tiene forma de C, donde el lado más lejano se funde con el paisaje. En este caso, el resultado es mucho más extraordinario si aquello que tenemos de fondo es el propio mar o el bosque. La sensación de pisar el bordillo de la piscina y notar cómo el agua produce una continuación natural del espacio es un lujo, más allá de la estética, que también es sensorial.
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