Son coquetas, porque las mesas de centro siempre constituyen una propuesta estética que, en ocasiones, no volcamos en la elección del sofá o de otros muebles más conservadores. Sin embargo, las mesas de centro pueden permitirse ser vistosas, e incluso, atrevidas sin dejar de ser útiles.
A donde te lleve la naturaleza
Esta combinación de tres troncos pintados en blanco emergen de forma discreta para cumplir la misión de la mesa de centro con toda la discreción; no toman el protagonismo pero a la vez es imposible no fijarse en ellos. Son una solución sencilla para apoyar pequeños objetos y que cumplen más una función decorativa y auxiliar que de mesa de centro donde apoyar libros u objetos que permanezcan presentes de forma contínua.
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