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1. Colonizar el resto de la vivienda

Cada vez hay más personas que trabajan en casa, y no nos referimos a disponer de un coqueto rincón para contestar emails, sino a un auténtico despacho profesional. En estos casos, sentimos decir que la vivienda no es tuya, incluso si vives sola, no debes dejar que todas las estancias sean o parezcan una oficina. “Hay que poner límites visuales y de concepto a cada espacio, para que el trabajo no marque tu día a día”, recalca la interiorista Susana de Vicente (sareka.es). ¿Trabajar desde el sofá? ¡Nunca! 

El despacho de la imagen, diseñado por Ángel Verdú para Román Windows, ha ganado el Premio al Mejor Proyecto de Casa Decor 2019 porque, según los miembros del jurado “Es un proyecto redondo, elegante y exquisito, que revaloriza la máxima ‘menos es más’, con auténticas pinceladas ‘deco’, coherentes con el espacio”.

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2. Planificarla en el dormitorio

Descanso y trabajo son dos actividades totalmente opuestas, que no deben cruzarse ni siquiera en el pasillo. Debes montar una zona de despacho en un espacio independiente, para facilitar la desconexión: la habitación de invitados, la buhardilla o la habitación-trastero que nunca usas son buenas alternativas. Además, también resulta conveniente no tener el mismo número de teléfono y establecer una rutina o un horario. Si puedes, ten un reloj cerca, incluso colgado en la pared.

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3. O en un rincón del salón

“A no ser que le puedas dar independencia con unas puertas correderas o una solución similar. El salón es el núcleo de la vida social, por lo que los niños o tu pareja te interrumpirán constantemente y te costará mucho más concentrarte”, señala Susana de Vicente. Además, ten en cuenta que si la instalas en el estar tendrás que ajustar tu horario de trabajo al del resto de la casa: preparar un proyecto mientras todos ven la tele no parece la atmósfera más idónea...

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4. Decorarla de cualquier manera

La responsable de Empresas de Maisons du Monde lo tiene claro: se busca cada vez más crear un ambiente casero en la oficina. Por eso, no diseñes tú uno aséptico y frío en casa. Aunque tampoco hay que irse al extremo contrario. Necesitas una ‘deco’ que te ayude a concentrarte, sin estampados o piezas que te distraigan. “Tiene que ser un espacio apetecible, para que te resulte agradable estar en él. Puedes empapelar alguna pared, poner alguna planta, cuadros bonitos, una lámpara de techo atractiva…”, aconseja Susana.

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5. Elegir una habitación sin luz natural

Para trabajar, igual que para vivir, necesitas luz natural. Por eso, cuando vayas a planificar tu despacho, mejor que tenga una ventana cerca, para que el sol ilumine tus ideas, además de mejorar tu calidad de vida, favorecer el sueño y aumentar la productividad. También es importante ventilar de vez en cuando, para dar un soplo de aire fresco a tu imaginación y mejorar, de paso, la atención.

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6. Adaptar cualquier mueble que tengas a mano

“A veces queremos aprovechar tanto, quedándonos con objetos que no son adecuados ni para archivar ni la mesa tiene el tamaño adecuado”, apunta la interiorista. Crear un ambiente agradable es clave para sentirse a gusto. Por eso, rodéate de un material de oficina chic, que vaya mucho más lejos de las típicas bandejas de plástico y los post-it amarillos, como en esta propuesta de Habitat (habita.net). También es conveniente, colocar cerca un sillón o un sofá para despejarte unos minutos y volver a coger ritmo, sin salir de tu zona de trabajo. La disciplina es importante y mantener las formas también: el descanso del guerrero, mejor en la oficina.

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7. Dejar que el desorden campe a sus anchas

Si los papeles y documentos han tomado tu mesa, tu trabajo pagará las consecuencias. Y no se trata de una predicción apocalíptica. El orden favorece la concentración, pero además permite que encuentres esa factura o informe que necesitas al instante, sin pasarte media hora revolviendo y cambiando las cosas de sitio. Sin olvidar, que estéticamente tampoco favorece. Hazte con alguna estantería, cajonera o cómoda, según lo que necesites, y dedica una mañana a organizar. El lunes comprobarás que ese tiempo que has empleado en ordenar ha sido toda una inversión.

 

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8. Usar una lámpara cualquiera

Una zona de trabajo tiene que estar bien iluminada, tanto de forma natural como artificial. Para ello, adapta la iluminación a las actividades que realices y establece varios puntos de luz con una lámpara de techo y otra de mesa (los flexos son una buena opción). Es importante que, para evitar deslumbramientos y sombras, los repartas adecuadamente.

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9. Olvidarte de las cortinas o los estores

La luz resulta imprescindible, pero sin pasarse. Para mayor confort, regula su intensidad, pero no uses cualquier estor o cortinapara tamizar. “Si instalas cualquier tela de visillo te cegará igualmente y necesitarás bajar la persiana. Pon estores técnicos 'tipo screen' de los que tienen menos apertura en los huecos del tejido y mejor si no son completamente blancos”, aconseja de Vicente. Si se trata de ventanas de techo, elige una de oscurecimiento.

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10. Usar una silla normal de casa

Aunque se trate de la del comedor. Dado que vas a pasar muchas horas frente a la pantalla del ordenador, necesitas una silla ergonómica y cómoda. El sillón Badminton, diseñado por ITEMdesignworks para Actiu (actiu.com), va mucho más allá, ya que ha sido creado para favorecer la concentración y una actitud activa en tu día a día. Además, su forma esbelta y envolvente actúa como pantalla y absorbe el ruido, creando un ambiente acústicamente más agradable. ¡Lo querrás también para el salón!

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