La intimidad que le pedimos al cuarto de baño no es comparable con ninguna otra estancia de la casa. Por eso, los espacios muy pequeños necesitan potenciar su amplitud, tanto desde un punto de vista práctico como estético. Un baño pequeño puede dar mucho de sí cuando conseguimos armonía con sus colores, muebles e iluminación.
Una fuente de luz ambiental
Cuando en el baño no hay luz natural es muy buena idea destinar dos tipos de iluminación, una más potente para cuando vernos bien en el espejo y no perder detalle, y una más ambiental que tome el protagonismo de la decoración matizando los colores y haciendo que el tiempo que pasamos en el baño sea íntimo, relajado y personal. Para esta segunda intención, la luz indirecta que sale de detrás de los espejos puede ser la mejor opción. Son lámparas led de bajo consumo y generan un efecto difuminado muy agradable.
Menos es más
El minimalismo sienta muy bien a los cuartos de baño pequeños, y también las formas rectas y los muebles colgantes. En esta decoración la pila podría haber ocupado todo el espacio y habría aprovechado mejor la zona en la que se encuentra,sin embargo habría dado la percepción de que el aseo es más pequeño. De la misma manera, el retrete podría estar más ladeado y el espacio que ahora ocupa el cesto de la ropa sucia podría estar ocupado por un bidé, pero habría sido una combinación “barroca” que haría que este espacio se sobrecargara en exceso. Piensa que menos es más, y que el baño no solo debe ser útil, sino percibirse como un espacio donde poder sentirte agusto.
Mosaico muy pequeño
Cuando se trata de un cuarto de baño pequeño, es recomendable optar por azulejos o muy grandes, o muy pequeños. Cuando son grandes, se potencia la claridad de las paredes. Y cuando son pequeños hacemos que todo lo demás parezca más grande y, por tanto, aunque los muebles sean menores, crearán un aspecto armónico en el que el espacio parecerá mejor aprovechado.
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Retrete sin pedestal
Los nuevos inodoros ya no muestran su pedestal, así el depósito del agua de la cisterna permanece oculto. Esto hace que ahorremos mucho espacio a la vista y que la zona de este sanitario se reduzca drásticamente. También existen otro tipo de lavabos que aportan mejores soluciones cuando no disponemos de zonas muy amplias, con formas irregulares que incorporan en un mismo mueble lavabo con toallero, en tamaño mini. Un consejo es que, aunque puedas sacarle provecho a cada centímetro, priorices que también existan zonas vacías, que permitan tu movilidad y rebajen la “claustrofobia” de un cuarto lleno de cosas que lo ocupan todo.
Una sola estancia
Para los baños muy, muy pequeños, la solución puede pasar por no mantener mampara ni cortina con la ducha. Así el espacio es completamente diáfano, y si nos ayudamos por una pila y unos sanitarios pequeños podemos concentrarlo todo en muy poco espacio. Si los azulejos son blancos, al no existir mampara ni cortina, estamos aprovechando mejor la refracción de la luz en todo el espacio, y generando así un cuarto muy luminoso.
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El alicatado no solo puede ser blanco
Últimamente se están poniendo muy de moda en los baños los alicatados que simulan ser ladrillo visto de tonalidades grises. Esto genera un efecto “bodega” muy agradable del que se pueden aprovechar los baños pequeños. Pues genera un efecto íntimo cuando hay poca iluminación, y brillante cuando la luz natural penetra hasta reflejarse en estos azulejos.
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Gran espejo útil
Como en cualquier parte de la casa, cuando queremos hacer que el baño parezca mayor siempre podremos recurrir a disponer de un gran espejo que alcance el máximo de pared posible. Pero, en el caso del baño, siempre es de agradecer que mantenga una utilidad, y por eso si detrás del espejo hay un armario podremos cumplir dos objetivos en uno: agrandar la sensación espacial y ocultar el almacenaje.