La abundante y exuberante vegetación del interior de la casa convierte a las estancias, en especial al salón, en un verdadero vergel. Un oasis fresco y luminoso, donde las piedras naturales, las maderas nobles y las telas ligeras son los partenaires perfectos en esta función decorativa, en la que se muestra otra versión del lujo, igual de exclusiva, pero más fresca y contemporánea.
Además, las plantas cumplen otra función más allá de la mera decoración, ya que se utilizan para integrar los espacios interiores en la frescura del jardín. El estar principal, presidido por una elegante chimenea de piedra natural blanca, es el rincón ideal para las noches de invierno o las largas veladas con amigos al calor del fuego.