1/9 © Alcro

Los cabeceros son  las pantallas sobre las que proyectamos nuestros sueños, y son capaces de vestir completamente una habitación con tan solo su presencia. Existen cabeceros de camas que evocan todas las personalidades y tonos de humor posible, solo hay que decidir a dónde volar y cerrar los ojos.
 

Un sueño pintado en óleo

Este cabecero describe con muy pocas pinceladas lo que sería un cielo al atardecer, unas pocas nubes rojizas y un fondo azulón que nos sitúan en esa hora del día en la que la noche hace que todo sea posible. La luz colocada sobre el lienzo hace que de noche podamos visibilizar este efecto en todo su esplendor. Es un cabecero sencillo, pero muy evocador, que nos enmarca flotando en el propio cielo.

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2/9 © Eclectic

Para no olvidar nada

El cabecero de la cama convertido en una pizarra. Con esta idea puedes reinventar el mensaje con el que te acuestas y te levantas, no hay límites. También puedes escribir sueños, recordatorios o frases inspiradoras. Sin duda es la cama que tendría Amelie, un personaje de cuento que aspira a impregnar sus sueños de imaginación.

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3/9 © Ana Bejar Interiorismo - Villa Mandarina

Dormir entre juncos

Los elementos naturales para construir un cabecero siempre son una opción ganadora, porque el propio ritual de irnos a la cama simboliza un acto primitivo que nos hace volver a nuestro origen y regresar al medio natural. El placer del descanso puede situarse en lugares remotos, cercanos a una pared de juncos salvajes, con olor a madera y naturaleza.

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4/9 © Txema Gerardo - 08130 Estudi de Disseny

Utilidad y diseño

Este cabecero aporta una solución muy útil para hacer convivir la cama con un armario empotrado que ocupa toda una pared. La solución pasa por elevar un cabecero que de facto es una pared, y dejar atrás el armario, lo que simboliza casi un vestidor. Es una forma muy estética de ocultar el armario y generar esos dos espacios. Además, el laminado de madera que utiliza resulta muy original y puede sostener los apliques y unos enchufes, muy útiles para rematar el concepto de diseño.

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5/9 © Markham Stagers

Puertas hacia otro mundo

Están muy de moda las puertas vintage reconvertidas en cabeceros. Nos hacen imaginar a qué estancias se condujeron cuando estuvieron ensambladas en sus marcos, y por sus texturas y pinturas son elementos icónicos que nunca pasan desapercibidos, con artesonados elegantes, sofisticados, coloniales y rústicos. Existen tantos cabeceros provenientes de puertas como lugares puedas imaginar.

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6/9 © Miralbo Urbana S.L.

El dosel invisible

Un cabecero que es un dosel invisible, y que a la vez no existe como tal. Porque este cabecero es más bien una ilusión óptica producida por las formas de una tela sobre la pared y el techo, sumado al efecto de iluminación que le rodea. Es minimalista, genera un efecto muy agradable a la vista, y no ocupa más espacio que los pliegues de la propia tela.

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7/9 © Cube Deco

Madera pura

Unos tablones de madera, sencillos y puros, es lo único que hace falta para transportarnos al ambiente rural de este cabecero. Sin embargo, resulta muy atractivo, acostumbrados a ver la madera tallada o pintada en este tipo de detalles de decoración. La sencillez en este caso es lo que rompe con lo establecido. La onda de la zona superior añade una muesca al diseño que se completa con dos mesillas que sobresalen, también de madera, y respetando el minimalismo más básico.

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8/9 © Lupe Clemente Fotografía

Dos franjas de sueño

Estos dos lienzos de tejido pintado forman cabeceros idénticos que, al existir una separación entre ambos, generan un efecto paralelo muy atrayente. El conjunto deja todo el protagonismo de los elementos al cabecero, ya que de otra forma el resultado no sería tan atractivo. De esta manera se está diseñando un espacio limpio, claro y minimalista, con una pieza fundamental que no lo es, y así se consigue un entorno con mucha personalidad.

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9/9 © Design Lab

Rústico barroco

Este cabecero forma parte de un conjunto simple, pero barroco a la vez. Sobre la cama hay una sugerencia de dosel elaborado desde un gran madero que sostiene enredadas dos cortinas decorativas. El cabecero es un mueble que hace las veces de mesilla para sostener las lámparas y otros elementos, tanto útiles como decorativos.

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