5. En el árbol de Navidad
Un árbol sin luces no es nadie en el universo ‘deco’ navideño, ya que, aunque las bolas y accesorios le adornan, son las luces las que le hacen brillar por sí mismo. Por eso, colocarlas es el primer paso cuando lo montas: hazlo de arriba abajo, empezando por el interior de las ramas. Puedes elegirlas cálidas o frías, según el efecto y el estilo que quieras imprimir, pero nunca de colores ni intermitentes, ya que este año se llevan las blancas y sin parpadeos. En esta propuesta de Maisons du Monde (maisonsdumonde.com) se ha optado por una guirnalda, a juego con la de la chimenea, con una luz cálida, que encaja muy bien con los adornos dorados.