Busca los detalles y no inviertas demasiado
Un salón cualquiera es capaz de viajar en el tiempo si sabemos jugar bien con los detalles, añadir aquellos que marquen una diferencia y que, ya sea por su colores, diseños o texturas, sepan transportarnos. Un teléfono de disco en tonos mostaza o rojo burdeos, unos cojines con formas geométricas y una lámpara acampanada, integrados con una alfombra de un color uniforme pueden trasladarnos a otra época sin una gran inversión en muebles.
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