Una casa montañesa que actualiza (y moderniza) el estilo rústico
El estudio Lalzada, encargado del proyecto, deja que nuevos aires entren en esta vivienda de Cantabria, para adaptarse a sus moradores, sin olvidar por ello sus raíces.
El proyecto de Lalzada (lalzada.com) pasaba por ampliar los espacios y crear una distribución cómoda, respetando las señas de identidad del lugar y apostando por un estilo neorústico.
Un gran distribuidor a doble altura da la bienvenida al visitante y deja entrever las zonas comunes. La luz, gracias al lucernario, se convierte en protagonista, realzando la decoración de las estancias.
En una casa en el campo nunca puede faltar una chimenea presidiendo alguno de los ambientes principales. Aquí, acapara las miradas, tanto por sus dimensiones como por su diseño.
El proyecto del estudio de arquitectura y diseño interior hizo crecer los metros de 800 a 1.000 metros cuadrados, aumentando el número de habitaciones y creando rincones nuevos, como este de lectura con barra de bar.
El comedor, que conecta directamente con el jardín gracias a los amplios ventanales, está presidido por una gran mesa redonda y una espectacular lámpara de techo, muy acorde con el estilo decorativo de la estancia.
La cocina combina el encanto del estilo rústico con la funcionalidad y la comodidad de los diseños modernos. Llama la atención la gran isla de acero inoxidable, que alberga tanto la zona de fuegos como una cómoda barra para desayunos y comidas informales.
El éxito del proyecto de Lalzada se encuentra en su capacidad de modernizar, manteniendo la esencia 'deco' del norte, con elementos tan característicos como la piedra y la madera.
Para albergar cómodamente a todos los miembros de la familia, se incrementaron el número de dormitorios de cuatro a nueve. Cada habitación está decorada de forma diferente, según su morador, pero respetando siempre su esencia rústica.
El rústico más 'chic' se apodera de cada dormitorio de esta casa cántabra, mostrando que se puede ser fiel a las raíces, sin perder estilo ni comodidad. El gran cabecero de capitoné destaca sobre la pared de piedra, creando un conjunto equilibrado y bello.
El sótano recupera el esplendor de épocas pasadas, gracias a la bodega, que nos traslada inmediatamente a la atmósfera de la película 'Encadenados'. Un rincón para relajarse, que cuenta también con mesa de comedor.