Complementos otoñales para tu hogar

Colores otoñales

Los tonos marrones y ocres son los más otoñales, sin lugar a dudas. El ocre, en concreto resulta elegante, alegre y cálido a la par que luminoso. Solo necesitas pequeños detalles como una taza, un cojín, o esta manta en distintos tonos marrones, o el juego de maletas que sirven de mesa de café. Verás cuánta vida cobran estos objetos cuando sobre ellos se refleje la luz del sol.

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Del bosque a tu casa

La madera es la máxima expresión de la calidez. Incluso en espacios blancos y fríos, los muebles y objetos de madera nos transmiten la sensación de estar en una cabaña o en mitad del bosque. Haz que resalte la madera, que muestre su naturaleza en bruto, con sus grietas. Y si es madera tratada deja que muestre sus vetas, dejando constancia del paso del tiempo a través de ella. 

Las vigas vistas del techo, los troncos de la pared y la mesa de comedor con bancos crean un ambiente tan cálido como acogedor.

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Deja entrar a la naturaleza

Las flores también son para el otoño y permiten que en tu casa no falte la alegría ni el color. De hecho, es una época en la que se agradecen especialmente dentro de casa. Distribuye por diferentes rincones caléndulas, tulipanes y hortensias. Si prefieres las macetas puedes decantarte por una espectacular costilla de Adán o el alelí. Si tienes terraza o balcón es época ideal para cultivar pensamientos.

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Luces de otoño

Imita la luz de un atardecer otoñal con lámparas de distintos tamaños y con bombillas Edison decorativas. Colócalas a distinta altura para conseguir más dinamismo y asegúrate de que den luz cálida, para generar la cálida sensación de las luces de otoño. No te preocupes por ocultar los cables en una canaleta: el encanto de estas bombillas reside en que estén a la vista.

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Tejidos cálidos

Los complementos textiles, como fundas de cojines, mantas de sofá o cortinas pueden ser también de gran ayuda a la hora de transmitir a tu hogar la sensación de calor y comodidad que deseas. Es el momento de recoger las telas ligeras del verano y dejar que los tejidos gruesos, como la lana, el pelo o el fieltro campen a sus anchas por tu casa.

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Comodidad al andar

A pesar de que baje las temperaturas puedes seguir caminando descalza por la casa, en especial si lo haces sobre una cálida y mullida alfombra. Además son un elemento decorativo muy versátil que aporta mucho estilo a cualquier estancia. Elige tonos neutros o estampados, lo que importa es que sea de tu gusto y, por supuesto, que puedas tumbarte en ella con un par de cojines.

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