1/2 © Adobe Stock

La cocina, un lugar para compartir

Aunque vuestra cocina sea pequeña, sin duda pasaréis mucho tiempo en ella, desde el primer café de la mañana. Es importante que ambos os sintáis cómodos en el espacio donde se cocina y se comparten las comidas a diario y que os pongáis de acuerdo a la hora de decorarla. Podéis incorporar una barra para comer los dos a solas, con un par de taburetes altos, que os permita moveros con libertad en la cocina. 

Si tenéis una animada vida social y os gusta recibir a amigos en casa debéis contar con una mesa de comedor. Valorad cómo de grande debería ser según la afluencia de amigos. Y si no tenéis mucho espacio, una mesa extensible y unas sillas plegables cumplirán de maravilla la misma función.

2/2 © Adobe Stock

El dormitorio, un lugar lleno de detalles

Este es uno de los espacios más difíciles a la hora de decorar juntos. Ambos debéis sentir que es un espacio confortable, un refugio, y deberéis poneros de acuerdo en tejidos, colores, iuminación, distribución…

Lo más importante es que encontréis un colchón que se adapte a vuestras necesidades. El mercado ofrece tantas opciones y materiales, que buscando y probando daréis con el vuestro. Cuando lo tengáis, colocad la cama en la pared principal para que ambos os mováis con libertad.

No es necesario que contéis con mesitas de noche simétricas. Que cada uno organice su espacio personal junto a la cama. Y haced lo mismo con la iluminación. Es importante que seáis flexibles para que cada uno pueda disfrutar del tipo de luz que más le interese, ya sean apliques o lámparas orientables.

Leer: Decora tu habitación y consigue felices sueños

Más sobre: