Del mimbre al lino: Ideas para dar un toque natural y cálido a tu casa
Salones, terrazas y otras estancias de la casa se vuelcan con el estilo rústico
Con el verano como excusa, las cocinas, los salones, las terrazas y otras estancias de la casa sufren un cambio de armario. Y lo hacen como consecuencia, en parte, de una transformación en el clima, pero también por esa necesidad que surge de querer darle un giro estético al hogar con el que añadir un toque cálido y apetecible al mismo tiempo.
Para ello, el mimbre, el lino y otros materiales que huelen a naturalidad se presentan como la solución perfecta. El efecto que consiguen tanto piezas decorativas como utensilios de aspecto rústico es cercano, agradable y con cierto aire de añoranza, como aquellas herramientas que empleaban los que hoy llamamos abuelos
Ejemplo de durabilidad
Ante los inconvenientes que derivan de una alfombra que se ensucia con facilidad, las opciones de siempre, con colores oscuros que camuflan las manchas y permiten que parezcan (aparentemente) intactas regresan en 2018 en un tamaño menor pero igual de resistente
Dentro y fuera
No es necesario contar con un amplio espacio para una hamaca o un bonito espejo (que también), a través de piezas relajadas se puede conseguir un efecto rústico y alegre. Por ejemplo, ahora que las macetas gozan de un lugar privilegiado también en los interiores, la cerámica o el plástico dan paso a elementos que se integran a la perfección con la decoración contemporánea.
Espejo en tonos claros, de Zara Home (69,99 €)
Conjunto de 3 maceteros de mimbrel, de Zara (52,97€)
A todo color
Uno de los trucos más fáciles mediante el que innovar en casa es el de modificar los cojines. Cambiar el color, el estampado o simplemente el tamaño de los que se encuentran repartidos en las diferentes habitaciones podría lograr que quienes la visiten se sorprendan gratamente después de ello. Unos con 'prints' de tonos sorbete son tendencia esta temporada.
Cojines de lino multicolor, de Zara Home (desde 19,99 €)
Una manta cómoda y sin florituras, con colores tan veraniegos como los de la playa, azules y arenas, y tejidos ligeros, es el aliado perfecto para entrar en fase de desconexión
Elemental y arquitectónico
Un componente tan noble como la madera es susceptible de ser manipulado hasta transformarse en una figura que, a partir de un juego de siluetas, modifique por completo la apariencia de una sala. Tanto para esquinas difíciles de adornar como para muebles que se hayan quedado pasados de moda, nada más útil que servirse de la madera en sus variadas formas
Figura decorativa de madera, de Zara Home (19,99 €)
Para el día a día
Un mantel sencillo es un básico en la cocina. Si además es de lino y algodón, con aspecto arrugado, cuenta con una gran ventaja: no requiere ser planchado. Sus posibilidades van más allá: las mesas de terrazas, salas de estar, jardines o patios (ubicaciones puramente veraniegas) podrían disfrutar de sus bondades.
Mantel de lino, de Zara Home (desde 35,99€)
En los detalles está la virtud
Para la habitación más fresca, a veces solo se necesita una pieza inusual. La última corriente de decoración se decanta por las velas en diversos formatos.
¿Por qué un candelabro? Este objeto, que invade las tiendas de decoración cuando la época estival se aproxima, puede ser considerado ante todo un embellecedor instantáneo. Aunque existen multitud de interpretaciones de esta pieza, puede ser conveniente escoger una diferente; en este caso, de junco trenzado y vidrio
Portavelas de velas de té, de H&M (24,99 €)
Menos siempre es más
Si el clásico mantel ya resulta cansado o si nos asusta mezclar demasiados colores en una paleta complicada, los conocidos como salvamenteles naturales -esas porciones de tela que decoran y protegen a partes iguales a la vez que dejan ver el fragmento de tablero imprescindible (ni más, ni menos)- causarán sensación en tu hogar
Diseño discreto
En lo que respecta a espacios de exterior, o en su defecto, rincones que no persigan ser como los demás, recurrir a una silla elegante puede ser el mayor acierto. Junto a otras piezas, que destaquen por su atemporalidad, podrían evitar los cambios de mobiliario de estación a estación.
Sillón de mimbre decorado, de Maisons du monde (299€)