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Situada a las afueras de Madrid, el estudio Ábaton proyectó dos volúmenes unidos entre sí por un módulo. De tal manera, que en el futuro pudiesen separarse y convertirse en dos casas independientes. 

Fotografía: Belén Imaz Estilismo: Belén Ortiz-Echagüe

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Salón y comedor exterior comparten una de las fachadas de la vivienda, creando un espacio común cómodo, que se puede disfrutar de forma individual o a la vez. Mesa y sillas de comedor de Expormim, en Batavia. 

Fotografía: Belén Imaz Estilismo: Belén Ortiz-Echagüe

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El salón al aire libre, ubicado junto a una pequeña piscina, juega con la sobriedad y elegancia del gris y con un mobiliario actual, lleno de estilo. Sofás y butacas de Expormim, cesta y almohadones de Los Peñotes, mesas de centro de Hanbel. Todo en Batavia. El mueble aparador es un diseño de los propietarios.

Fotografía: Belén Imaz Estilismo: Belén Ortiz-Echagüe

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En el otro volumen de la vivienda se ha diseñado un cálido porche, que juega con las alturas, creando sensación de profundidad. Sillas de El Corte Inglés. 

Fotografía: Belén Imaz Estilismo: Belén Ortiz-Echagüe

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En el salón, los colores neutros, los muebles de madera y los accesorios contribuyen a crear una atmósfera cálida y envolvente. Los sofás de Blasco & Blasco ceden parte de su protagonismo al gran panel antiguo de Indonesia. 

Fotografía: Belén Imaz Estilismo: Belén Ortiz-Echagüe

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El salón y el comedor se distribuyen en dos alturas, lo que hace crecer los metros del espacio, al mismo tiempo que aporta un toque moderno. La chimenea actúa como 'tabique' separador entre ambos ambientes. 

Fotografía: Belén Imaz Estilismo: Belén Ortiz-Echagüe

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El comedor, con una gran mesa rectangular de Flovic Interiors, resulta tremendamente cálido y lleno de energía, gracias a la abundante luz natural, la inyección de color de las sillas amarillas de Hay y la alfombra de Gandia Blasco, en Batavia. 

Fotografía: Belén Imaz Estilismo: Belén Ortiz-Echagüe

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El blanco se apodera de la cocina, potenciando la luz que entra por los grandes ventanales y la sensación de higiene, tan necesaria en esta estancia. La isla cuenta con una barra de desayunos, muy práctica para el día a día. Mobiliario de Murelli.

Fotografía: Belén Imaz Estilismo: Belén Ortiz-Echagüe

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En el dormitorio se ha creado un ambiente envolvente, que invita a la relajación y al descanso. Para lograrlo, se han elegido colores neutros en las paredes y se ha jugado con la calidez de la madera del mobiliario, el suelo e, incluso, el techo. La nota de color la pone la ropa de cama y los almohadones, en un azul donde es fácil perderse. Mesillas a medida y colcha de Linum, en Biombo Decoración. 

Fotografía: Belén Imaz Estilismo: Belén Ortiz-Echagüe

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El dormitorio se abre al vestidor y al baño, pero mantiene su privacidad gracias a un tabique a media altura. Los detalles étnicos (de Batavia) contribuyen a reforzar la sensación de calidez. 

Fotografía: Belén Imaz Estilismo: Belén Ortiz-Echagüe

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El cuarto de baño, que combina ducha y bañera de hidromasaje posee el encanto del resto de la casa, al combinar la calidez de la piedra caliza y la madera con la belleza de materiales como el Corian de la encimera. 

Fotografía: Belén Imaz Estilismo: Belén Ortiz-Echagüe

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