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Porque no todas las parejas son iguales, nuestra lista de restaurantes románticos para celebrar este San Valentín incluye locales para todos los gustos decorativos y culinarios. Los hay de estética colonial, modernos con alma 'kitsch', naturales con conciencia 'eco', castizos, orientales o clásicos y refinados. Una selección 'deco', que te proporcionará la atmósfera ideal para ese día especial. 

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1. Para parejas que se cuidan: Flores de Alcachofa (Madrid)

La cocina de Flores de Alcachofa (floresdealcachofa.com) gira alrededor de este vegetal, como un balcón al sur de Europa con vistas a Latinoamérica, demostrando a su vez que la alimentación sana y equilibrada no está reñida con los sentidos. El interiorismo, obra de Las2Mercedes (las2mercedes.com), apuesta por el estilo colonial clásico, en busca de un ambiente cálido, a partir de materiales naturales y una vegetación sugerente.

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En Flores de Alcachofa (Paseo de la castellana, 40) podréis disfrutar de una cocina tradicional, tras la cual está David Lecanda, pero llena de creatividad, en una atmósfera tropical, que te envuelve en sus cálidos brazos. Un proyecto decorativo, obra de Las2Mercedes, que pone el acento en lo natural.

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2. Para castizos modernos: Xanverí (Madrid)

Situado en pleno barrio de Chamberí (una de las zonas más castizas de la capital), posee el encanto del Madrid de antes y el toque ‘chic’ y sofisticado del de ahora. Xanverí (xanveri.com) mantiene viva, a través de su decoración, su esencia con grandes dosis de elegancia. El proyecto, obra de Jesús Ferrero de estudi(H)ac (estudihac.com), repasa la historia de este rincón de Madrid con sus orígenes napoleónicos, su arquitectura y sus tradiciones a través de los colores y las texturas: el rojo de los claveles chisperos, las verjas de los balcones tan característicos de Chamberí…

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El interiorismo de Xanverí (Zurbarán, 18, Madrid), obra de Jesús Ferrero de estudi(H)ac, se proyecta en consonancia con su cocina, combinando, el espíritu de este barrio castizo con la esencia mediterránea. Mientras que en los fogones, el chef César Anca rescata sabores tradicionales que adereza con toques del Mediterráneo, técnica e innovación.

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3. Para amantes de lo artesanal: SPOT (Palma de Mallorca)

Tarruella Trenchs Studio (tarruellatrenchs.com) ha diseñado un espacio auténtico y encantador, donde los materiales autóctonos y tradicionales y la influencia de la arquitectura de los años 60 y 70 en la isla de arquitectos como Coderch o Sert. El color cálido de las paredes y los pavimentos y los materiales neutros se enriquecen con los detalles de artesanía y cerámica. Todo el interiorismo de SPOT (encompaniadelobos.com) recupera ese encanto del pasado, desde el suelo de cal hidráulica que enmarca las rasillas recuperadas de una antigua iglesia de la isla hasta la celosía de barro cocido o la barra de cerámica esmaltada.

© Meritxell Arjalaguer

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En SPOT (Plaça Verge del Miracle, 3 Palma de Mallorca), el interiorismo, que firma Tarruella Trenchs Studio, se inspira en la isla y sus materiales. El mobiliario, realizado de madera, hierro y piedra de binisalem acompaña, como un buen ‘partenaire’, al ambiente, donde las telas rosas resultan tremendamente adecuadas para la atmósfera romántica de ese día. Además, el éxito en la comida está asegurado, ya que forma parte del grupo En compañía de Lobos. Otro plus: si ese día no te quieres separar de tu mascota, puedes llevarla contigo, ya que se trata de un local ‘pet friendly’.

© Meritxell Arjalaguer

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4. Para los que quieren que la fiesta dure: El Hortera (Madrid)

Si vuestro amor por el estilo ‘kitsch’ os mantiene unidos, al margen de modas y tendencias, sin duda El Hortera (elhortera.com) es vuestro restaurante romántico ideal. Un lugar diferente, detrás del cual está la productora LetsGo que cuenta, evidentemente, con una decoración distinta, rompedora, colorista, estridente, loca y divertida. Con neones, colores llamativos, luces con dobles intenciones… Un restaurante, con tres pisos y cinco salas, entre las que se incluye un karaoke koreano. Dirección: C/ Bolsa 13.

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5. Para los que tienen alma de poeta: El perro y la galleta (Madrid)

Y adoran el estilo victoriano del siglo XIX y la galleta, por supuesto, ya que se trata de uno de los ingredientes principales de su carta. Un tributo a los clubes ingleses y a los perros (como se deduce de su nombre). Dividido en tres estancias, en El perro y la galleta (elperroylagalleta.com) los materiales naturales, como la madera y el mármol y las columnas de piedra van configurando espacios tremendamente acogedores, ideales para una cena para dos.

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En El perro y la galleta (Claudio Coello, 1, Madrid) la luz natural, que se cuela por sus grandes ventanales, y el cuidado en los detalles, como la gran colección de radios y cámaras antiguas del salón principal, son los otros dos aliados de una decoración diseñada para que estéis a gusto. Por cierto, también podéis disfrutar de un cóctel ‘afterwork’, que hará que el día de San Valentín dure más tiempo.

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6. Para los que no quieren renunciar a la comida de mamá: Fellina (Madrid)

Aquí os sentiréis como en casa, en la casa de una madre italiana, eso sí. Fellina (fellinamadrid.com) ofrece uno de los espagueti carbonara más deliciosos y auténticos de la capital, perfectos para compartir, ya que las raciones son generosas. El local, obra de Madrid in Love (madridinlove.com), está dividido en cuatro ambientes, que resultan tan encantadores y auténticos como su cocina.

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Madrid in Love ha ‘vestido’ Fellina (Caracas, 21, Madrid) como mandan las tradiciones, con mantelería de cuadros, muebles naturales de formas redondeadas y plantas exuberantes, que te hacen sentir como en casa. Las paredes también tienen gran protagonismo con las tablas y cuadros que cuelgan de ellas.

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7. Para los que quieren viajar a Japón sin salir de España: Nozomi Sushi Bar (Valencia)

Entrar en Nozumi Sushi Bar (nozomisushibar.es), el sueño de José Miguel Herrera y Nuria Morell, es sumergirte de lleno en una calle típica de Kioto en plena Valencia. La idea es lograr que tengas la experiencia de disfrutar de un auténtico sushi, como si estuvierais sentados en un patio japonés, debajo de un cerezo. Masquespacio (masquespacio.com) llevó cabo un proyecto estéticamente impecable, donde se juega con la dualidad del propio nombre del restaurante: Nozomi significa tren bala de alta velocidad y sueño cumplido. Así, hay una parte Contemporánea racional, presente en los techos, paredes y suelos, y otra Emocional clásica, que se logra con la carpintería, sus acabados a mano y la calidez de la madera natural. Dirección: C/ Pedro III El Grande, 11D.

© Cualiti

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