Una casa de campo en el Ampurdán que reactualiza el estilo rústico
Los colores y la luz del Ampurdán, los materiales naturales, el diseño actual y el arte moldean un refugio idílico en el que desconectar y disfrutar.
Decorada por Bárbara Aurell de Espacio en Blanco Estudio (espacioenblancoestudio.com), esta vivienda actualiza el estilo rústico, logrando mantener el encanto y el espíritu de las casas de campo y el aire contemporáneo del siglo XXI. Situada en Sant Feliu de Boada, en pleno corazón del Ampurdán (Gerona), la premisa de la decoración de interiores fue conseguir espacios cómodos y acogedores donde los invitados se sintieran como en su propia casa, en plena naturaleza. Los “llengues” mallorquines (o telas de lenguas) en distintos estampados, una de las señas de identidad de este proyecto, se han empleado para aportar calidez y unificar cocina, comedor y salón.
Refugio de un matrimonio y sus tres hijas, cada espacio se muestra confortable y acogedor, buscando siempre la conexión tanto con el exterior como con el resto de las estancias. La distribución abierta y fluida favorece esa relación y ayuda a crear espacios ‘libres’, donde inquilinos e invitados se sienten a gusto. En el salón, tanto las mesas de centro como la del comedor y el sofá, están hechos a medida por Espacio en Blanco Estudio.
Con una decoración ‘limpia’ y cuidada, ligereza y movilidad son dos de los objetivos de los diferentes elementos que componen las estancias de la casa. Los propietarios son grandes apasionados del arte. Por eso, Bárbara Aurell ha incorporado de manera acertada distintas obras. Así, la chimenea de hierro forjado está presidida por un cuadro de Bruno Ollé de grandes dimensiones.
Sin divisiones ni tabiques: cocina, comedor y salón comparten espacio y decoración, logrando un espacio único, bien comunicado, que facilita las relaciones entre las estancias y los moradores, permitiendo, además, la libre circulación de la luz, otra constante de esta casa del Ampurdán.
Los materiales naturales, como la madera y las fibras vegetales, y los elementos artesanales logran calidez y encanto con su sola presencia. Además, nos conectan con la naturaleza y con el ambiente rústico. La mesa de madera antigua de la entrada se adquirió en un anticuario de la zona. Mientras que la lámpara Cesta de Santa & Cole y unos maravillosos espejos de Sabine Mercelis,comprados en Palau de Casavells (Gerona), ayudan a crear el ‘outfit’ perfecto.
Las tapicerías de Teixits Vicens, se han seleccionado en una gama cromática adaptada a los colores del Ampurdán y unifican los tres espacios principales de la casa: salón, porche anexo al salón y porche de la piscina. El salón se prolonga hacia un primer porche donde se ha diseñado un sofá con la misma madera que la fachada, como si éste formará parte de la misma estancia. Con la idea de unificar espacios, el sofá del porche está tapizado en la misma tela que el del salón y la mesa de centro es igual que las del salón.
Una parte muy importante de esta residencia, cuyo interiorismo ha realizado Espacio en Blanco Estudio, es el porche de la piscina, donde se ha creado un gran espacio 'chill out', con una estructura en la misma madera del resto de la casa (madera de pino cuperizado) y grandes colchonetas con cojines de colores, para conseguir un 'look' más fresco. A modo decorativo, se colocaron en las paredes los espejos de Javier Sánchez Medina. Las mesas de centro son unos troncos de en madera tropical de El Mercader de Venecia. Los estores de esparto enrollables inspirados en las masías de la zona, están hechos a medida y proceden de La Bisbal. La gran mesa de comedor con bancos a ambos lados invita a cenas con amigos.
El dormitorio principal, tipo 'suite', posee, además, una gran terraza para disfrutar durante los meses más cálidos. Confiando nuevamente en el poder de lo natural, Bárbara Aurell ha diseñado una habitación confortable y funcional. El cabecero de la cama es, a su vez, armario por la parte del baño. Telas de lino natural de Güell Lamadrid.
La propietaria quería un espacio informal de trabajo. Para ello, Bárbara Aurell ha diseñado una estructura de mesa que se prolonga en forma de banco, sobre el que se ha colocado una colchoneta con cojines a conjunto con el juego de cama. Esta zona, que combina trabajo y relax, saca partido al espacio y ofrece diferentes usos, según el momento del día.
El exterior del Empurdán se cuela en el interior de la casa, gracias a los grandes ventanales, que al abrirse eliminan las divisiones visuales entre ambos. La terraza de uno de los dormitorios es un lugar coqueto, donde disfrutar del sol y el aire gerundense. La decoración de la misma sigue las mismas premisas que el resto de la casa.
En el cuarto de baño se mantiene la misma gama cromática que en el resto de la casa: tonos crudos tremendamente cálidos y naturales, como el tierra del Ampurdán del suelo de microcemento y la encimera o el beis del mueble bajolavabo. Para hacer más sencillo el día a día y que pueda usarse por dos personas a la vez, se han colocado dos lavamanos. El gran espejo con el marco de madera crea sensación de profundidad y potencia la luz natural.