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Situada en la Costa Azul, uno de los lugares más encantadores, exclusivos (y caros) del mundo, se alza Notre Dame de Vie, la última morada de Picasso y Jacqueline Roque. Situada en Mougins, cerca de Cannes, se trata de una casa encantadora, rodeada de un bello jardín –diseñado por el artista malagueño– donde el estilo provenzal, con su luz y la calidez de sus materiales, se apodera de las estancias (incluidos sus 15 dormitorios). El pasado 12 de octubre salió a subasta por segunda vez –ya lo había hecho anteriormente en 2015– y parece –nadie se presentó a la puja– por lo que finalmente se la adjudicó un financiero neozelandés por unos 20 millones de euros. Todavía no ha depositado esa cantidad, por lo que todo está en el aire, aunque se trate del aire puro y delicado de la zona. © TopTenRealState 

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17.000 metros cuadrados, bellas vistas sobre la bahía de Cannes, 33.000 metros cuadrados de terreno, pabellón de invitados (con siete apartamentos), piscina, cocina exterior, bodega con capacidad para 5.000 botellas, 'hammam', spa, pista de tenis… Y la posibilidad de vivir en el mismo lugar y con muchas de sus cosas de uno de los mayores genios del arte. ¿Se puede pedir algo más? Sí, un jardín ideado por el propio artista y relajarse en su estudio, rodeado de sus objetos personales: “incluso con las gafas del pintor”, ya que después de la muerte del artista en 1973, su viuda dejó todo exactamente como estaba, señala la inmobiliaria. Si hay algo que no le falta a esta maravillosa mansión es arte y pasión. Esta espectacular galería con los muros de piedra y los techos altos es un verdadero tesoro. Decorada con muebles sólidos y grandes, de formas limpias –típicos del estilo provenzal– es un lugar cálido y entrañable, directamente conectado al exterior. © TopTenRealState 

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El refugio de Picasso y su mujer Jacqueline es un lugar de ensueño. La pareja se instaló en Mougins en 1961. La vivienda, que pertenecía a la familia Guinness, se llamaba Notre Dame de Vie, porque se encontraba junto a la ermita con ese nombre, era una casa de campo, remota y exclusiva. Tras la muerte de Picasso, primero, y Jacqueline, después, la mansión permaneció deshabitada durante 30 años, hasta que un inversionista holandés, la compró y contrató al arquitecto belga Axel Vervoordt, para que dotara a la casa de todas las comodidades modernas, sin perder el espíritu y la esencia original, aquella que había forjado el artista malagueño. © TopTenRealState 

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En las casas de estilo provenzal, como es el caso de Notre Dame de Vie, la vida familiar se focaliza alrededor de la cocina, ya que el cocinar y el comer juntos es parte importante del estilo de vida francés. La piedra y los azulejos forman parte de esta decoración, al igual que las piezas de mobiliario grandes y sólidas, como la gran mesa que preside el espacio. La zona de fuegos y de agua, con aire retro, es el broche perfecto. © TopTenRealState 

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Picasso diseñó personalmente cada rincón del jardín, lleno de abundantes olivos y zonas para relajarse, pasear y desconectar, sin necesidad de traspasar los muros. El clima templado de la Costa Azul contribuye, en gran parte, a la importancia que tiene el exterior en el conjunto global de la vivienda. A los árboles y arbustos propios de la zona, hay que sumar una flor: la lavanda, uno de los aromas más típicos de la Provenza. © TopTenRealState 

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El exterior, con terrazas, estanques y rincones llenos de encanto, es tan importante como el interior de la casa, y no se entiende la existencia de uno sin el otro. En el estilo provenzal, la decoración exterior es ligera y cómoda, ya que se hace mucha vida fuera, gracias al clima suave que tiene la Riviera francesa. Decorada con piezas de materiales naturales, esta gran terraza supone un privilegio donde dejar pasar las horas mientras contemplas el bello paisaje. El suelo de barro, uno de los distintivos del estilo provenzal, permite su integración con el entorno. © TopTenRealState 

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Una infinita escalera de caracol nos lleva al piso superior, donde están los dormitorios. Techos altos, que parecen no tener fin, nos ofrecen una espectacular visión de la casa. Aunque por comodidad, la casa cuenta con un moderno ascensor. Es importante destacar el uso de la luz, ya que contribuye a dar calidez a estos grandes espacios ‘desnudos’. © TopTenRealState

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Elegante y sencillo, el estilo provenzal se ve influenciado por la brillante luz solar y por el calor. Por eso, los espacios, amplios y luminosos, se muestran poco recargados, decorados con piezas esenciales, normalmente de gran tamaño y de maderas de castaño u otros árboles frutales, a veces ligeramente talladas. En este espacio de la planta superior, el color blanco de paredes y techos y la impresionante mesa diseñan un ambiente minimalista, pero cálido al mismo tiempo. © TopTenRealState 

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Notre Dame de Vie, regalo de bodas que Picasso hizo a Jacqueline, tiene 15 dormitorios (cinco de ellos en la vivienda principal), nueve baños y tres aseos. Éste, donde la decoración es espartana y sencilla, en la misma línea que el resto de la vivienda, posee unas espectaculares vistas, lo que, sin duda, hace presagiar maravillosos despertares. © TopTenRealState 

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El diseño del suelo de madera y la chimenea (un elemento muy recurrente en este tipo de casas) dan calidez a un dormitorio amplio y luminoso. El sol llega a todos los rincones, gracias a los grandes ventanales y a la puerta de cristal que rodean la habitación, donde las pesadas cortinas en beis ayudan a tamizar los rayos. El espejo sobre el cabecero de la cama aporta profundidad a la habitación y un toque sofisticado a la sencillez del conjunto. © TopTenRealState 

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Creado por él, en su estudio Picasso encontró la privacidad y la tranquilidad que necesitaba. Aquí era donde trabajaba por las noches, para evitar distracciones, mientras que dormía durante el día. Este estudio, que mantiene vivo el espíritu del genio, es un lugar lleno de luz y fuerza, donde las musas parecen esperar todavía su llegada. © TopTenRealState 

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La última residencia de Pablo Picasso posee un carácter abierto y social, donde los amigos y familiares –aunque en los últimos tiempos las relaciones entre la pareja y los hijos y nietos del artista fueron tirantes y casi nulas– se sienten como en casa. Así, posee una vivienda de huéspedes, con siete apartamentos de uno y tres dormitorios, otra casa para el servicio y la casa de la piscina, con cocina de verano, gimnasio, spa, hamman y sala de masajes. Además, de una pista de tenis y una piscina exterior. © TopTenRealState 

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Notre Dame de Vie, después rebautizada como La guarida del Minotauro, posee el encanto de las casas de este estilo, pero también, como ocurre con los artistas únicos, está envuelta de cierto misterio y tragedia, porque fue la última morada de Pablo Ruiz Picasso, pero también de Jacqueline, quien tras la muerte del artista se sumió en una espiral autodestructiva, que terminó con un suicidio. Hoy, con la duda sobre su posible propietario planeando sobre ella, se muestra con la misma belleza y serenidad que conquistaron al genial artista. © TopTenRealState 

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