Deben ser bonitos, por supuesto, pero, además, los dormitorios infantiles tiene que ser funcionales, confortables y cómodos. Necesitan sentirse a gusto, rodeado de todas aquellas cosas sin las que no pueden ‘vivir’: un peluche, una manta, el último regalo que han recibido… Decórala según tus gustos, pero preguntando siempre qué les apetece a ellos. Llévatelos de compras, para que ellos también elijan los objetos y los muebles que van a formar parte de su habitación y concédeles un capricho ‘deco’, aunque desentone del conjunto. Deben sentirse a gusto, no tener miedos y ser capaces de dormir a pierna suelta. Propuesta de Zara Home (zarahome.com).