El sofá es, sin duda, 'el rey de la casa', con permiso de la cama. Por eso, su elección es un proceso importante, que debe hacerse, incluso, al margen de su coste. Es preciso que encaje en nuestro salón y dé respuesta a nuestras necesidades. Pasamos tanto tiempo en él, que más que un asiento es un refugio, un lugar donde compartir tarde de domingos, celebrar maratones de series, leer un buen libro, descansar después de un ajetreado día, echar una siesta a deshora o dejar pasar los minutos y las horas, mientras el ritmo de la casa no se detiene. Diseñado por Piero Lissoni para Cassina (cassina.com), el Scighera es una muestra de cómo la ergonomía también entiende de diseño. Con reposabrazos de gran tamaño y reposacabezas abatibles, que incluyen cuatro niveles de confort, los cojines y los respaldos combinan espuma de poliuretano y plumas, que se adaptan a diferentes durezas.
Un buen sofá debe adaptarse a tus necesidades y al número de personas que lo vais a usar, pero también a las necesidades del espacio: tamaño y distribución. Así, aunque te enamores a primera vista de un súper sofá en una tienda especializada, piensa en cómo es tu salón. Si tienes dudas, recrea las medidas con papel de periódico y observa el resultado. ¿Encaja? Busca la composición que mejor se adapte a las dimensiones de tu zona de estar, mezclando diseños de cuatro, tres y dos plazas con butacas o sillones individuales. Piensa que, como norma general, para espacios pequeños, las composiciones en ‘L’ darán mayor amplitud a la habitación, mientras que en los XL, es mejor en ‘U’. Persianas de English Blinds (englishblinds.co.uk).
Un buen sofá debe ser, al mismo tiempo, funcional y cómodo –lo de bonito es una obviedad–. Por eso, antes de decidir, pruébalo, siéntate como lo haces habitualmente, comprueba que te recoja, pero que no te hunda, que tus pies toquen el suelo, que las caderas no queden más hundidas que las rodillas –para que te puedas incorporar fácilmente– y que el reposabrazos esté a la altura del codo. Todo un icono, el Plumy de Annie Hiéronimus para Ligne Roset (ligne-roset.com), marcó la época de los 80 y su ‘generación tumbada’, ya que el respaldo y los asientos –rellenos de plumas de ganso–se pueden plegar, lo que permite sentarse y relajarse de diferentes maneras.
Si quieres convertirlo en el protagonista del espacio, apuesta por un modelo especial, que acapare las miradas y enriquezca el espacio. Piensa que los sofás de calidad duran (casi) toda una vida, así que no elijas a la ligera y ten en cuenta cómo te verás tú y tu casa dentro de 10 años. El tiempo juega a tu favor, no lo desaproveches. Con un diseño inconfundible, asimétrico y tremendamente original, el Polder de Hella Jongerius para Vitra (vitra.com) ofrece, además de confort, una pincelada de personalidad a los espacios, gracias, en parte, a su variada gama cromática, que abarca distintos tonos de verde, rojo, amarillo y azul.
Un buen sofá debe ser resistente, con una estructura maciza que le dé forma y carácter y con un relleno en sus asientos y respaldos, que garanticen confort y transpiren. Las plumas de ganso y la espuma de poliuretano HR son dos buenas opciones. No olvides elegir el punto exacto de firmeza, ya que si lo eliges demasiado mullido con el paso del tiempo, será demasiado blando. De todas maneras, cada seis años es conveniente cambiar los rellenos. Ideal para dos, el Allison de Porada (porada.it) posee el encanto de las piezas clásicas, tocadas por la varita de la modernidad, solo hay que fijarse en los dos cojines que hacen de respaldo. Sobrio y bello, es un flechazo a primera vista.
La tapicería también es un aspecto clave a la hora de elegir tu sofá. Algodón, chenilla o piel, hay algunas marcas que incorporan en sus telas tratamientos antimanchas. Un verdadero icono por el que no pasan los años (ya ha cumplido los 25), el sofá Mah Jong, diseñado por Hans Hopfer para Roche Bobois (roche-bobois.com), reivindica la libertad a la hora de relajarse o sentarse, ya que permite un sinfín de composiciones. En esta ocasión, se ha vestido con bellas telas que llevan la firma y la identidad de Kenzo Takada. Un dúo de excepción.
Para que sea realmente cómodo, la altura del respaldo debe medir entre 80 y 90 cm, mientras que la profundidad del asiento debe ser de uno 75 cm. Es importante que podamos apoyar bien la cabeza, para que el cuello descanse. Perteneciente a la colección Lago de Como de Fendi Casa (fendi.com), este sofá hace de las líneas clásicas, las texturas suaves y las tonalidades vivas sus señas de identidad. Atemporal y elegante, posee ese toque que distingue a lo verdaderamente extraordinario.
La estética importa y no solo debe ser cómodo sino bello y adaptarse a la decoración y al estilo de tu casa. Puede integrarse en ella o convertirse en el centro de las miradas luciendo una imagen personal, que te ayude a crear una atmósfera ecléctica y especial. El diseño escultural y curvilíneo de Jaime Hayon se hace sofá en Luna. Cómodo y bello, es modular, lo que permite posibilidades ilimitadas, que se adaptan a los gustos y necesidades de cada uno. De Fritz Hansen (fritzhansen.com).
Date un capricho, déjate llevar por las sensaciones o los recuerdos y ‘tira’ de iconos: son un acierto seguro, que logran mantenerse al margen de modas y tendencias. El Scala de Natuzzi (natuzzi.es) es una reinterpretación en clave moderna del clásico chéster. Una pieza artesanal y única, que enriquece y embellece por sí solo cualquier estancia. Sin olvidar, su extraordinaria comodidad.
También puedes elegir modelos con un plus que aprovechen mejor el espacio. Así, puede tener sitio para guardar, estantes en los lados para libros u objetos o incorporar tecnología, como unos altavoces integrados. Más que un sofá, el Cover de Paola Lenti (paolalenti.it) es una estructura multifuncional, que incluye mesas y soportes que hacen el día a día más fácil. Lo hay en diferentes colores, pero este rosa chicle nos ha enamorado al instante. Una opción atrevida, para aquellas que buscan la diferencia.
La ergonomía es un factor clave, por eso cada vez es más frecuente encontrar modelos con ‘función relax’, para que cambies la posición del asiento y del respaldo y logres tu confort ideal. Está claro, cuanto más alto es el respaldo, más cómodo resulta, aunque estéticamente es menos efectivo. Por este motivo, el sofá Up!, diseñado por Rafa García para Sancal (sancal.com) nos ha convencido a la primera, ya que incorpora un dispositivo que permite modificar la altura de los respaldos. De inspiración retro, con un evocador aire años 50, aúna comodidad y belleza en un diseño muy atractivo visualmente.
A la hora de elegir la tapicería, no olvides que el blanco o los tonos neutros son fáciles de combinar con el resto del ambiente, mientras que las telas estampadas o en colores alegres e intensos exigen cierto ejercicio de estilo. El Chemise, diseñado por Piero Lissoni para Living Divani (livingdivani.it) es todo lo que se puede desear en un sofá. Suave, acogedor y sensual, sus cojines envolventes proporcionan el máximo confort para una relajación total.