Un típico jardín inglés, adaptado al clima de Madrid, con un frondoso ‘mixed border’, que nació de la unión de los deseos de su propietaria, de nacionalidad inglesa, y de los conocimientos que el paisajista Fernando Martos adquirió en Yorkshire. Un sendero, con flores de relajantes colores, conduce a través de este despliegue vegetal hasta un espacio circular con un árbol del amor en el centro.