Dos hoteles de diseño con un interiorismo único

Espectaculares, bellos, sorprendentes, con personalidad propia… Estos hoteles poseen la capacidad de emocionar y de conquistarte al instante, gracias tanto a su propia ubicación, como a su excepcional diseño interior, firmados por dos verdaderos maestros: Patricia Urquiola  y  Lorenzo Castillo.

Situados en lugares privilegiados y únicos, frente al Lago di Como y en el Paseo de Gracia de Barcelona, ambos tienen en común el respeto y la relación con el entorno que los rodea.

Mirando al Lago di Como (Lombardía, Italia), ubicado tras el antiguo embarcadero, Il Sereno busca –y encuentra– la integración en el entorno, el maravilloso lago que lo rodea. Creado por Patricia Urquiola, este hotel cinco estrellas es un verdadero paraíso, que define el lujo por la calidad, la sostenibilidad y la relación con el lago, que se convierte –y es– protagonista absoluto de la arquitectura y el interiorismo.
© Patricia Parinejad

Urquiola y su equipo imaginaron todas las facetas del hotel, desde la arquitectura hasta el diseño interior, que incluye el diseño de muebles a medida, alfombras revestimientos de paredes, lámparas… El resultado es un hotel contemporáneo, con una decoración discreta, en la que destaca las obras de arte vegetal, diseñadas por Patrick Blanc, como la escultura del patio abierto, que se observa desde la recepción. Tampoco se puede olvidar el exclusivo restaurante del hotel, al frente del cual está el chef Andrea Berton. © Patricia Parinejad

Il Sereno (ilsereno.com) no tiene nada que ver con los tradicionales hoteles que inundan el lago, ya que su diseño auténtico y moderno, obra de Patricia Urquiola, resulta totalmente nuevo en esta zona, donde predomina el diseño clásico. Materiales naturales, como la piedra, la madera y el cobre y donde la luz natural y el impresionante paisaje, con ventanales y vistas a la costa, son elementos que aportan magia y belleza al interior de los espacios. La escalera volada parece ‘levitar’ en el aire, mientras los tubos de cobre ‘ocultan’ los soportes. © Patricia Parinejad

Este espectacular hotel cuenta con 30 suites de gran tamaño, creando un establecimiento íntimo, donde el huésped se siente como en casa. Cada una de ellas cuenta con su propia terraza amueblada y con vistas al lago, sin ningún obstáculo visual, materializando esa unión del interior con el exterior. Están decoradas en tonos cálidos, en marrón, gris y un toque azul y verde, que reproduce los matices del paisaje que les rodea. © Patricia Parinejad

Los baños de las habitaciones mantienen ese ambiente íntimo y acogedor, y solo los sanitarios se ubican dentro de una cabina, para mantener la privacidad. Los muebles, diseñados por Urdiola, están hechos de cuero o tapizados en algodón. Mientras que las pinceladas sutiles se graban en los suelos de piedra y se reflejan en las puertas de espejos del vestidor y el cuarto de baño. El impresionante mueble XL, alberga un lavamanos doble, que busca tanto la belleza como la funcionalidad. © Patricia Parinejad

Il Sereno incorpora la incomparable belleza del Lago di Como en su diseño sin fisuras, con vista panorámica de cada centímetro de él. Con playa privada y un muelle, que permite a los huéspedes llegar a través de uno de los barcos del hotel. La piscina infinita de agua dulce, suspendida sobre el Lago di Como, ofrece la sensación de estar dentro de él, lo que supone un verdadero placer para los huéspedes. © Patricia Parinejad

En el Paseo de Gracia de Barcelona, en un edificio modernista, se alza el Room Mate Anna. Bajo la batuta de Lorenzo Castillo (lorenzo castillo.org), este hotel introduce un punto de inflexión a nivel de diseño en la ciudad. El interiorista vuelve a las raíces mediterráneas catalanas, al Dalí de Cadaqués y al Picasso que buscó la inspiración en las fuentes grecorromanas de la Cataluña de los años 30. El resultado es fresco, irreverente, internacional, diferente y, sin duda, con una profunda raíz intelectual.

Es un homenaje de Lorenzo Castillo al mar, el sol, el estilo tropical y el Mediterráneo. “Se trataba de crear algo diferente, ya que en los últimos años se ha abusado de un estilo neoindustrial de raíces nórdicas, suecas y danesas, con un exceso del ‘vintage’ en el mobiliario. Concepto que nace al amparo de las juventudes berlinesas y la generación de la crisis económica”, señala el interiorista, experto en antigüedades.

Los materiales utilizados son nobles y atemporales. Destacan los suelos de mármol de colores y panelados de madera, modernizados gracias a una fusión perfecta con colores arriesgados y brillantes. Un brillo que se enfatiza con la mezcla de metales, como el latón, en apliques de luz o lucernarios gigantes del comedor del Room Mate Anna. Las telas son frescas, siempre con presencia de blanco y un color plano, como el rojo, el azul, el negro o el verde, que ayuda a la renovación estética.

El Room Mate Anna (room-matehotels.com) cuenta con 81 habitaciones (básica, ‘standard’, ‘deluxe’ y ‘junior suite’) destaca por su colorido. Mezcla todos los colores presentes en los paisajes catalanes, desde los turquesas y verdes agua de Palamós, hasta los tierra y verdes de los cipreses del Ampurdán. Mientras que los muebles se han diseñado a medida, con mezclas de maderas naturales y acabados a la cera, a la manera tradicional, pero actualizados con un diseño moderno y renovado.

Esta estética moderna y actualizada se ha mantenido en todo el hotel, incluidos los cuartos de baño, sin perder, sin embargo, el encanto y la historia de un edificio con historia, que fue construido a principios del siglo XX, y remodelado en 1994. Propiedad de ALTING Grupo Inmobiliario, El uso de innovadoras técnicas y los acabados de primera calidad han permitido aumentar su valor patrimonial y su eficiencia energética, logrando el certificado A. Desde la espectacular terraza en su azotea con piscina circular, se divisa la Casa Batlló y la Torre Agbar, un verdadero lujo en estos tiempos.

El Mar Mediterráneo es la gran referencia para el diseño del Room Mate Anna, aludiendo al rojo vivo de los corales de la ciudad de Trapani y al de las caracolas gigantes. Y, por supuesto, en la decoración se han incluido elementos de la arquitectura local, como las venecianas y las contraventanas de lamas, que se han utilizado para hacer las puertas de armario y los frentes de las habitaciones del hotel.