¿Comemos fuera? Cuatro restaurantes con personalidad propia
Evidentemente, aquí se come bien –muy bien, podríamos matizar–, pero, además, crean un escenario ideal para desconectar, disfrutar y soñar. Sin duda, el placer de la comida adquiere en cualquiera de ellos, otra dimensión.
LOS CUATRO ESPACIOS DE CARLOS OYARBIDE (MADRID)
Hablar de restaurante es quedarse corto. Bar, el Petit Bistrot, la Biblioteca Culinaria y el Gastronómico son los cuatro espacios de Carlos Oyarbide (carlosoyarbide.com), un lugar donde no sólo se sirve comida, sino también innovación, conocimiento y magia.
Este museo culinario, situado en el corazón del barrio de Salamanca de Madrid, ofrece precisión, exquisitez y sibaritismo en un entorno íntimo, creado para el deleite. Mesas vestidas con ricos manteles de hilo, exquisitas vajillas de Baccarat y numerosas de obras de arte de su propia colección privada van creando una atmósfera tremendamente especial. Oyarbide explora la relación entre lo tenue y el contraluz con el sentido del gusto y el olfato, que se enaltecen en la (casi) penumbra. Elegantes, exquisitas y únicas, estas cuatro áreas constituyen un verdadero templo a los sentidos.
La Biblioteca Culinaria es uno de los espacios de de Carlos Oyarbide. Una mesa para ocho, rodeada de cultura y la mejor literatura de gastronomía. Porque no sólo de pan vive el hombre...
El Bar de Carlos Oyarbide es un pequeño canto al hedonismo desenfadado. Un lugar elegante y con un toque de 'glamour', ideal para el 'afterwork' y el picoteo entre amigos.
LA CANICA DE INFANTA (MADRID)
¿Jugamos a las canicas? O lo que es lo mismo: ¿disfrutamos de la cocina del chef Sergio Martínez? Llevado a cabo por Zooco Estudio (zooco.es), La Canica de Infanta (Madrid) tiene un marcado carácter urbano. Las características propias del local –un gran esquinazo con aceras estrechas y altura considerable– definieron el proyecto y el protagonismo de una medianera: un elemento urbano, testigo del paso del tiempo y de las transformaciones sufridas.
Suelo y techo marcan dos potentes planos: “Queríamos dar la vuelta al esquema tradicional (material cálido en suelo y frío en techo). Por eso, colocamos un adoquín hexagonal clásico y, puestamente, una tarima de roble en espiga en el techo”, señalan desde el estudio de arquitectura.
© Orlando Gutierrez
En el restaurante La Canica de Infanta, Zooco Estudio (zooco.es) establece un marcado carácter urbano. Gracias al esquema de la medianera, se generan cuatro zonas (tres comedores y una barra). En la barra una gran estructura de madera maciza suspendida del techo hace la función de 'sobrebarra'. © Orlando Gutierrez
AUTO ROSELLÓN (BARCELONA)
Bárbara Aurell, alma del estudio de interiorismo Espacio en Blanco (espacioenblancoestudio.com) es la artífice de la ‘casa de comidas’ (concepto que define mejor su espíritu) Auto Rosellón (Barcelona). Este espacio ecléctico, basado en la innovadora idea del ‘non tag’ (sin etiquetas), es un lugar donde la comida, las personas, los sentimientos y la decoración son auténticos: una mezcla de estilos, sabores y percepciones que le hacen único.
Formando parte del paisaje urbano desde hace 50 años, Auto Rosellón mantiene el alma y la historia del lugar, preservando para tal fin el rótulo del antiguo negocio y el trato cercano con la gente. Con un interiorismo ‘casual’ y desenfadado, se crea un diálogo directo y cercano entre el cliente y el lugar, para que sienta la comodidad de estar en su propia casa.
Auto Rosellón (autorosellon.com) se concibe como una casa de comidas, un lugar donde los clientes se sienten como en casa. El interiorismo, obra de Bárbara Aurell de Espacio en Blanco, juega con la idea de 'no tag' (sin etiquetas). Las mesas son de anticuario, mientras que como asientos se mezclan taburetes de fibras de coco con sillas industriales holandesas de oficina, destacando ese espíritu de 'sin etiquetas'.
En Auto Rosellón, el estudio Espacio en Blanco ha establecido cuatro zonas perfectamente delimitadas: la cocina, el comedor, la barra y el exterior. La barra, de madera y mármol, posee un aire 'retro', que evoca a las de los cafés de los años 50.
El atrevido baño de Auto Rosellón es una propuesta extrema y original. Decorado con grafitis, obra del artista Lucas Milá, no deja a nadie indiferente. Proyecto de Espacio en Blanco.
BiBo MADRID
Desconcertante y sugerente, BiBo Madrid (grupodanigarcia.com) es el restaurante soñado por Dani García, para acercar al público madrileño su propuesta más democrática, cosmopolita y viajera. El interiorismo, obra de Lázaro Rosa Violán, es reflejo de las muchas influencias del chef: sus raíces andaluzas, sus viajes, su pasión por las cocinas foráneas… Así, Andalucía está representada a través de una estructura de 7.000 bombillas que cubre sus paredes, replicando, en clave de sofisticación, el alumbrado de la feria de Málaga; mientras que el carácter viajero de la carta encuentra su símil decorativo en el gran globo aerostático.
Lázaro Rosa-Violán logra en BiBo Madrid materializar los sueños de Dani García y acercar al público su propuesta más democrática, cosmopolita y viajera.
Si las 7.000 bombillas que cubren las paredes de BiBo Madrid representaban el alumbrado de la feria de Málaga, el gran globo aerostático simboliza el carácter viajero. Proyecto de Lázaro Rosa-Violán (lazarososaviolan.com).