"El ‘single’ suele recrearse más en su estilo propio o preferido, ya que no tiene que hacer concesiones a parejas o tomar en cuenta las necesidades de terceros, niños, parientes, etc. Es, en general, más personal, aunque también, en muchas ocasiones, más constreñida en recursos, ya que es sólo uno el que costea la inversión", afirman desde el estudio de interiorismo Egue y Seta.