Luz a raudales, muebles antiguos y vistas al jardín, en las afueras de Madrid

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Margara Briales y Mónica Sebastianelli fueron las encargadas de rehabilitar y decorar esta amplia y lucida vivienda de 350 metros cuadrados situada en un municipio de las afueras de Madrid.

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Desde la puerta principal se accede a la entrada que hace las veces de distribuidor en la planta baja. Y acceso a las escaleras que dan al segundo piso.

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El salón está presidido por un gran cuadro de Manolo Valdés, adquirido en Galería Hispánica, que puede contemplarse casi desde cada punto de la estancia.

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Se accede a la zona del comedor por unos escalones de separación. Destaca en esta zona la mesa y la vitrina, muebles antiguos pertenecientes a la familia. Para las sillas se optó por un diseño de Mies Van Der Rohe.

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En la planta baja se sitúa el nuevo dormitorio ‘sacado’ del antiguo garaje. Es un espacio amplio, casi limpio de mobiliario, salvo una vitrina, un galán y las mesillas, metálicas, que aligeran el espacio.

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La idea de conseguir una amplia habitación en la planta baja tiene que ver con la intención de conseguir comodidad para las personas mayores que puedan habitar la vivienda.

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La idea de la comodidad llevó a Margara y Mónica a un dormitorio en suite y un cuarto de baño con una ducha a ras de suelo.

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En la planta baja también se ubicó el despacho, decorado con muebles de madera oscura que contrastan con el color crema de paredes, alfombra y estores.

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En la cocina se añadieron algunos detalles y accesorios, como la mesa de cristal biselado y la encimera en madera. Y se mantuvo el color blanco que otorga mayor sensación de amplitud.

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En la planta superior se encuentra la zona privada, con cuatro dormitorios, la mayoría de ellos con zona abuhardillada. En todas ellas, se optó por colchas de la Provenza francesa.

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De la planta superior, la zona más amplia es la antigua habitación principal, con baño en suite y gran vestidor.

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En toda la vivienda llama la atención la amplitud de los espacios y la luz que entra a raudales por ventanas y ventanales. Así como la apuesta por los tonos claros en paredes, textiles y accesorios.

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Luz a raudales, muebles antiguos y vistas al jardín, en las afueras de Madrid

El jardín está muy cuidado, con una zona de barbacoa y un porche en el que se ha montado una sala de estar en colores piedra y blanco. Los muebles son de Unopiú.