Proyectado por el estudio de interiorismo de Sandra Tarruella, esta heladería encontró su camino en el origen de las antiguas heladerías. Pero también en historias tan enternecedoras como Charlie y la fábrica de chocolate.
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La pared frontal representa la máquina que fabrica los helados: hay tubos, luces, espirales, engranajes con movimiento, luces e incluso sonido. En la pared lateral se ha realizado un gran dispensador de tarrinas de helados.
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Helados, creps, pasta y batidos se realizan de cara al público en un local en el que predomina el color blanco, los materiales naturales y la ambientación de estilo industrial, con tubos y pilastros a la vista.
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Los responsables de la decoración de La Crepería del Mar, Costa Group, han querido montar un local cálido. Así que han querido contrastar el aspecto 'industrial' con detalles muy decorativos para conseguir un espacio simple pero 'chic'.