El 'truco' de las históricas (1961) aceiteras de Rafael Marquina se encuetra en el pitorro, que se compone de una abertura que dosifica el líquido y una base-tapón de vidrio esmerilado con una ranura que recoge las gotas.
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El estudio Culdesac se encargó de diseñar el envase del exclusivo aceite de El Mil del Poaig. Dentro de una caja de madera artesanal encontramos un envase de porcelana blanca que acaba en una lengua que sirve de cauce y evita el goteo.
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A lo largo de las últimas décadas, las aceiteras con sistema antigoteo se han multiplicado. No hay firma de prestigio que no cuente con una aceitera de diseño. Como esta, en spray de la firma Iris, en acero inoxidable y vidrio.
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Philippe Starck, uno de los promotores del proyecto de aceites de lujo LA Organic ha sido el encargado de diseñar sus envases. Para los productos LA Organic Original, Starck creó el envase basándose en la tradicional lata.