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Tigridia planta© AdobeStock

Plantas de exterior

Tigridia: la flor exótica que solo dura un día y da color a tu jardín con muy pocos cuidados

La particularidad de esta planta son sus bellas flores, pero solo duran un día. Descubre sus secretos y llévala a tu jardín


26 de abril de 2025 - 18:00 CEST

Si buscas una planta con una floración bonita y original, la tigridia es perfecta. Conocida también como flor tigre o lirio tigre, esta bulbosa sorprende por su belleza efímera. Y es que cada flor solo dura ¡un día! Eso sí, su intensidad cromática y exotismo de sus pétalos la convierten en una auténtica joya ornamental. A pesar de su apariencia delicada, es una planta resistente si conocemos bien cuáles son los cuidados que necesita. Ideal para parterres, macizos o como punto focal en una jardinera, será capaz de añadir un toque vibrante a cualquier tu jardín o terraza. Descubre cuáles son los cuidados de la tigridia y cómo conseguir que florezca con fuerza. 

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Tigridia planta© AdobeStock

¿Cómo es la tigridia?

De la familia Iridáceas, la tigridia encuentra su origen en México y Centro América. Y esto se refleja en su gran capacidad para soportar el calor. Sus flores, grandes y llamativas, ofrecen un diseño moteado que recuerda al pelaje de un felino, de ahí su nombre común. Se desarrolla a partir de bulbos que se plantan en primavera y florecen entre verano y principios de otoño. Cada bulbo puede producir varias flores a lo largo de la temporada, por lo que, aunque cada una tenga vida breve, el espectáculo se prolonga durante semanas. 

Sus hojas son alargadas, de un verde intenso, que ofrece un bonito contraste con las flores. Es una opción ideal si buscamos una planta exótica de bajo mantenimiento y gran impacto visual.

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Tigridia planta© AdobeStock

La floración de la tigridia

La floración es uno los sus mayores atractivos de la tigridia. Suele comenzar a mediados de verano y puede prolongarse hasta principios de otoño, dependiendo del clima. Cada flor tiene una vida muy corta de apenas unas horas, pero la planta produce muchas flores que se abren sucesivamente, ofreciendo un espectáculo floral casi diario. 

Para disfrutar de una floración prolongada, es fundamental ofrecerle buena luz, un riego equilibrado y abono regular. Además, conviene no trasplantar la planta una vez iniciada la floración, ya que el estrés puede interrumpir la producción de flores. 

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Tigridia planta© AdobeStock

Ubicación ideal y exposición al sol

Para que la tigridia florezca, es crucial ubicarla en un espacio muy soleado. Para desarrollarse correctamente y estimular la producción de flores, necesita al menos 6 horas de luz directa al día. Si se ubica en zonas de sombra parcial, florecerá menos y con menos intensidad. En climas cálidos, es importante protegerla de las horas centrales del día, especialmente en verano y si se cultiva en maceta.

Asimismo, es una planta muy sensible al viento. Por eso lo ideal es plantarla en un rincón resguardado o con cierta protección natural. En balcones o terrazas, podemos situarla junto a un muro orientado al sur o al oeste para aprovechar al máximo la luz.

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Media Image© AdobeStock

Temperatura y clima adecuados para su desarrollo

La tigridia es una planta que se adapta bien a climas templados y cálidos, pero no tolera las heladasLo ideal es cultivarla como planta de temporada en zonas donde el invierno sea frío, extrayendo los bulbos en otoño para guardarlos hasta la siguiente primavera. Para prosperar, hay que asegurarse de que las temperaturas sean constantes y por encima de los 15 °C, aunque puede soportar puntualmente mínimas de 10 °C. 

En climas mediterráneos puede dejarse en tierra todo el año, siempre que el suelo tenga un buen drenaje y no se encharque con las lluvias. En cambio, en regiones frías, se recomienda plantarla en maceta para poder resguardarla en el interior cuando bajen las temperaturas.

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Tigridia planta© Mikefd / Pexels

Riego y frecuencia ideal para la tigridia

El riego de la tigridia debe ser moderado pero constante. Desde que los bulbos brotan, es importante mantener el sustrato ligeramente húmedo, pero sin encharcamientos. Un exceso de agua provocará la pudrición de los bulbos, especialmente si el drenaje no el adecuado.

En verano, riégala cada dos o tres días, preferiblemente al atardecer. Cuando las temperaturas empiecen a bajar y la planta entre en reposo a finales de otoño, hay que extraer los bulbos, pero si los dejas en la tierra, lo aconsejable es reducirlo al mínimo tierra. Un truco útil es comprobar con el dedo que los primeros dos centímetros de tierra estén secos antes de volver a regar. 

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Tigridia planta© Adrien Olichon / Pexels

Tipo de sustrato ideal y cómo prepararlo

La tigridia necesita un sustrato suelto, aireado y con buen drenaje para evitar el exceso de humedad. Podemos utilizar una mezcla de tierra de jardín con perlita o arena gruesa para asegurar una correcta oxigenación de las raíces. Si cultivamos en maceta, conviene usar un recipiente con orificios amplios y colocar una capa de grava o arcilla expandida en la base. El pH ideal es ligeramente ácido o neutro (entre 6 y 7), aunque tolera cierta alcalinidad si el suelo no es compacto. Para mejorar la textura, podemos añadir compost maduro o humus de lombriz, que además enriquecerá el sustrato de forma natural.

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Tigridia planta© AdobeStock

Abonado y nutrientes necesarios para su floración

Durante la etapa de crecimiento activo, la tigridia agradece un aporte regular de nutrientes. Lo ideal es aplicar un fertilizante líquido rico en fósforo y potasio cada 15 días, especialmente desde la brotación hasta el final de la floración. Evitaremos los abonos con exceso de nitrógeno, ya que pueden fomentar el crecimiento de hojas a costa de las flores. 

También puedes utilizar abono orgánico al inicio del cultivo, mezclado con el sustrato. Un truco eficaz es aplicar té de compost o extractos naturales (como algas marinas) para fortalecer las raíces y mejorar la resistencia general de la planta frente a plagas.

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Tigridia planta© AdobeStock

¿Hay que podar la tigridia?

La tigridia no requiere una poda como tal, pero sí es importante realizar un mantenimiento regular. A medida que las flores se marchitan, conviene quitarlas para estimular la aparición de nuevos brotes y evitar el desgaste innecesario del bulbo. También hay que eliminar las hojas secas o dañadas para prevenir enfermedades. 

Al final de la temporada, una vez que las hojas se hayan puesto amarillas del todo, puedes cortar la planta a ras de suelo para guardar los bulbos. Es importante esperar a que las hojas se hayan secado del todo, ya que es el proceso natural con el que el bulbo acumula reservas para la siguiente floración.

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Trigidia planta© Edgar Lopez / Unsplash

Reproducción y multiplicación de los bulbos

Reproducir esta planta es muy sencillo, porque los bulbos generan hijuelos alrededor que podemos separar al final de la temporada. Tras extraer los bulbos en otoño, basta con limpiarlos, secarlos bien y almacenarlos en un lugar fresco, seco y oscuro hasta la primavera. Así, cuando empiecen a subir las temperaturas después del invierno, puedes plantar los bulbos a una profundidad de unos 10 cm, dejando al menos 15 cm de separación entre cada uno. 

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Tigridia planta© DEZALB / Pixabay

Plagas y enfermedades más frecuentes

La tigridia es una planta bastante resistente, aunque pueden atacarla algunas plagas, como los pulgones, ácaros o babosas, especialmente si el clima es húmedo o se ha sometido a la planta a un exceso de riego. 

También debemos vigilar posibles ataques de hongos como la botritis, que se manifiesta con manchas marrones y pudrición en hojas y flores. Para prevenir, es clave mantener una buena ventilación entre plantas, evitar el encharcamiento y no mojar las hojas al regar. 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.