Mesa con mantel y vajilla de flores© El Corte Inglés

Ideas de decoración

Decora tu casa con flores: la tendencia decorativa que conquista cojines, paredes y vajillas 

Estampadas, bordadas o dando forma a todo tipo de objetos: las flores conquistan cojines, paredes, vajillas y hasta muebles.


24 de abril de 2025 - 12:38 CEST

¿Flores en casa? Sí, pero no como te imaginas. En este artículo no vas a encontrar ideas para elaborar arreglos florales perfectos ni trucos o consejos para colocar jarrones o crear vistosas composiciones. Lo que sí vas a descubrir son formas de incorporar flores en la decoración de tu casa: textiles bordados, revestimientos estampados, objetos que reinventan el concepto clásico de lo floral… Propuestas con las que impregnar tu casa de la vitalidad y frescura que transmite la primavera, sin necesidad de regar ni de esperar a que florezcan.

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Pared decorada con papel pintado con flores© Cole & Son

Un jardín en la pared

Un papel pintado con estampado floral es uno de esos recursos decorativos que transforma cualquier rincón al instante, y el modelo Flora Province de la firma Cole & Son es un ejemplo perfecto de cómo hacerlo con elegancia, color y un puntito romántico. Este diseño tiene un aire entre botánico y vintage que hace que funcione igual de bien en una pared del salón, en el cabecero del dormitorio o en un aseo de cortesía. ¿El truco para que no recargue? Equilibrar. Si el papel tiene mucho detalle o color, compénsalo con muebles de líneas sencillas, textiles lisos y una paleta neutra que le deje ser el protagonista.

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© Feathr

Un mural artístico

Si el papel pintado con estampado floral te encanta pero te preocupa que acabe dominando demasiado el espacio, hay una alternativa igual de impactante pero mucho más discreta y artística: los murales decorativos. Uno de nuestros favoritos es el modelo Sapporo Spring de Feathr, una auténtica maravilla visual que parece pintada a mano con acuarela. Con sus tonos suaves, pinceladas difuminadas y flores casi etéreas, transmite calma, belleza y un aire poético que encaja de maravilla en espacios como el dormitorio, un rincón de lectura o incluso una zona de trabajo a la que quieras darle personalidad sin saturarla.

¿Dónde colocarlo? Una sola pared basta. Al ser tan expresivo, lo mejor es dejarlo respirar: combina de maravilla con mobiliario claro, maderas naturales y textiles ligeros como el lino o el algodón. Si quieres añadirle un punto más cálido, unas lámparas de papel o cerámica artesanal potenciarán su espíritu delicado.

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Un acento floral

A veces, lo único que necesita una decoración neutra para cobrar vida es una chispa. Y qué mejor chispa que un sillón con una tapicería de flores (esta es de Morris & Co., firma que distribuye Gancedo), que se convierta en el alma del salón, del dormitorio o incluso de un rincón de lectura. Una pequeña rebelión botánica en medio de la calma.

En espacios dominados por tonos suaves, como blancos, grises o beiges, un sillón floral rompe la monotonía y aporta personalidad sin necesidad de grandes cambios. Le da calidez a lo minimalista y alegría a lo sobrio. Eso sí: no hace falta replicar el estampado en otros textiles, ni mucho menos. El sillón puede (y debe) ser el protagonista. A su alrededor, muebles de líneas sencillas, cojines lisos o con texturas naturales, y alguna que otra pieza en tonos que recojan los colores del tapizado (un jarrón, una manta, una lámina discreta). Así se integrará sin perder fuerza.

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© Pepe Peñalver

Florecer por detrás también es una forma muy bonita de destacar

¿Tienes una butaca de líneas clásicas y quieres darle un aire nuevo sin que pierda su esenciaHay una forma fácil y muy resultona: renovar el tapizado combinando una tela lisa en el asiento con un estampado o bordado floral en el respaldo. Esta mezcla funciona genial porque equilibra lo sobrio con lo decorativo. La tela lisa –mejor si es en tonos neutros o dentro de la misma gama cromática del estampado– mantiene la calma visual, mientras que la parte floral añade ese toque de alegría y personalidad. Y si las flores son bordadas, como el diseño Edén de la colección Cinema de Pepe Peñalver, ya ni te cuento: texturas, relieves, y ese aire artesanal que lo hace aún más especial.

Es una idea genial para recuperar muebles heredados o de segunda mano. Les das nueva vida, los adaptas a tu estilo, y encima te llevas una pieza única. 

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© IKEA

Cómo alegrar cualquier rincón con flores

Basta con un simple gesto, como añadir un cojín con gracia, para dar un aire nuevo a una estancia. Y si hablamos de flores, el modelo VILDPERSILJA de IKEA es una apuesta segura: estampado botánico con toques verdes y rosados, aire fresco, y esa capacidad casi mágica de levantar hasta el sofá más aburrido. Funciona en sofás lisos, sillones neutros, camas con textiles sobrios o incluso en una butaca de lectura que pida a gritos un poco de alegría. 

¿Dónde y cómo usarlo? En salones de tonos tierra, para dar vida. En habitaciones blancas, para aportar calidez. Incluso mezclado con otros cojines lisos en la misma gama de colores para crear una composición armoniosa y con rollito primaveral todo el año. Y si te aburres…¡lo cambias! 

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© Scion

Las alfombras, otro recurso ideal

Y si es un diseño como este, de la marca Scion, hecho con hilos de PET reciclado, mejor. Este tipo de alfombra es perfecta para dar un golpe de efecto en espacios como balcones, terrazas, porches… pero también queda de maravilla en zonas de paso dentro de casa, en cocinas, comedores o recibidores. Aporta color, textura y ese puntito natural que lo hace todo más acogedor. 

Busca motivos en tonos suaves si quieres mantener un aire relajado, o atrévete con colores más vivos si la idea es romper con la neutralidad del espacio. Puedes combinarla con muebles de exterior en fibras naturales, con plantas en macetas de barro o con textiles lisos para no sobrecargar. Dentro de casa, es la solución perfecta para quienes quieren alegría sin renunciar a lo práctico. Da calidez, es fácil de limpiar y, además, suma puntos en conciencia eco.

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© Artisan Cerámica

Si eres de las que piensas que las flores son cursis…

¡Te equivocas! Y si no mira estos azulejos de inspiración marroquí (los tienen en Artisan Cerámica) que mezclan formas florales con geometría, colores intensos y una dosis justa de exotismo. Son geniales para dar personalidad a espacios que, de entrada, pueden parecer más funcionales que bonitos, como la cocina o el cuarto de baño. 

Puedes cubrir una pared entera si te va el efecto wow, o alternarlos con piezas lisas si prefieres un aire más calmado. Y lo mejor es que, a pesar de su potencia visual, estos estampados florales tienen algo muy equilibrado: gracias a su repetición y simetría, llenan sin agobiar. No me digas que no los ves en el salpicadero de una cocina blanca o en ese pequeño aseo que pide a gritos un poco de carácter.

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© Ros

En los muebles

Los frentes con motivos florales, ya sean pintados, vinilados o impresos, funcionan especialmente bien en dormitorios infantiles o juveniles, pero también pueden quedar genial en zonas de estudio o incluso en cocinas. La clave está en elegir estampados alegres pero no estridentes, y en combinarlos con materiales naturales o neutros para que el conjunto respire. En esta habitación, decorada con muebles de la firma Ros, el equilibrio es perfecto: flores blancas sobre un fondo verde suave, con una madera clara y líneas limpias. ¿El resultado? Un espacio luminoso, con aire retro y acogedor, ideal tanto para jugar como para descansar.

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© El Corte Inglés

Una mesa muy primaveral

En esta puesta en escena de El Corte Inglés todo está pensado al milímetro pero sin perder frescura: platos con ilustraciones botánicas sobre fondos suaves, copas ámbar que aportan calidez, y un mantel con estampado vegetal que crea un fondo armonioso y nada recargado. Se mezclan texturas, se cruzan estilos, pero todo fluye gracias a la coherencia de los tonos (verdes empolvados, rosa viejo, blancos rotos) y a la repetición floral.

Lo bonito de este tipo de presentación es que no necesita grandes alardes. Solo hace falta elegir bien unas piezas especiales, como una vajilla floral con aire vintage o unas servilletas bordadas con gracia, y combinarlas con básicos que aporten contraste. Porque sí, también se puede vestir la mesa de primavera los 365 días del año. 

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© Primark

Detalles con gracia

¿Hace falta una mantequillera con flores y un caracol encima? No. ¿La quieres en tu mesa igualmente? Probablemente sí. Suman alegría, color y un poco de sentido del humor a cualquier comida, incluso al desayuno de diario.

Unos saleros con forma de capullo floral, platos con relieve, una bandeja que parece sacada de una ilustración botánica… Estas piezas de Primark van bien solas, en parejas o como pequeñas sorpresas entre básicos. El truco está en no querer todo a juego.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.